Reuters
La favorita a la presidencia de México, Claudia Sheinbaum, planea invertir en las refinerías petroleras estatales de Pemex para reducir los enormes volúmenes de combustibles de bajo valor producidos y, en cambio, aumentar la producción de combustibles automotrices, uno de sus asesores dijo.
Pemex ha estado produciendo niveles récord de combustibles pesados, como el combustóleo particularmente contaminante, mientras que sus refinerías locales luchan por procesar el crudo pesado tipo Maya.
El año pasado, Pemex produjo 260.285 barriles por día (bpd) de combustóleo, superando la producción de gasolina con 252.203 bpd.
Considerado un producto de desecho, en México el combustóleo se quema principalmente para generar electricidad.
“Las refinerías son activos muy caros e importantes para alcanzar la autosuficiencia energética”, dijo el miércoles Jorge Islas, coordinador de energía de Sheinbaum, en una entrevista.
Islas, físico y doctor en Economía, apuntó a la posibilidad de construir una nueva unidad de coquización en la refinería de Salamanca para incrementar la producción de gasolinas y diésel. Actualmente, la refinería está funcionando a poco más de la mitad de su capacidad.
Las unidades de coquización pueden procesar los hidrocarburos más pesados que salen de las torres de destilación y convertirlos en productos de mayor valor, incluidos combustibles para motores.
Bajo la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, Pemex ha invertido miles de millones de dólares para rehabilitar sus seis obsoletas refinerías nacionales. La refinación ha sido un negocio que genera pérdidas para Pemex durante años.
Para alejar al país de las costosas importaciones, Pemex también inauguró formalmente la nueva refinería de Dos Bocas en julio de 2022, a pesar de echarla a andar tarde y exceder el presupuesto en varios miles de millones de dólares. Si bien la refinería de 340.000 bpd está operativa, aún no produce combustibles terminados.
Pemex ya cuenta con dos nuevas plantas de coque en Salamanca y Tula que se espera entren en operación entre este año y el próximo.
López Obrador había prometido que México alcanzaría la “soberanía energética” durante su sexenio. Sin embargo, unos meses antes de que deje el cargo el 1 de octubre, los objetivos parecen complejos de alcanzar incluso cuando las refinerías han mejorado su desempeño.
Las seis refinerías locales juntas tienen capacidad para procesar 1.6 millones de bpd. Sin embargo, en los primeros dos meses de este año, procesaron un promedio de 945.000 bpd, por encima de los 612.000 bpd que procesaron en 2018 antes de que López Obrador asumiera el cargo, pero aún muy por debajo de su capacidad.
Como la refinería de Dos Bocas está lista para operar plenamente este año y Pemex también quiere más crudo para sus otras refinerías, ha pedido a su unidad comercial Pemex TRI que reduzca las exportaciones de crudo este mes en 436.000 bpd.
El gobierno planea seguir reduciendo sus exportaciones, que ascendieron a 945.000 bpd en los dos primeros meses de este año.
Islas reiteró que según el plan de Sheinbaum la producción rondaría los 1.8 millones de bpd de crudo y condensado incluso después de que se hayan hecho unos pocos descubrimientos grandes en reservas.
“Cada vez se descubren reservas más pequeñas, a mayor profundidad y con mayores costos”, afirmó Islas.
“Lo que se está pensando es en la transición energética de los fósiles a las renovables”, afirmó. “Mantener una plataforma fija de producción de hidrocarburos, aprovechar mejor la energía y cubrir la nueva demanda con energías renovables”.
Consultado sobre las finanzas de la altamente endeudada Pemex, Islas dijo que el gobierno de Sheinbaum buscaría “esquemas de ayuda” y “mejores opciones”.
“Pero el apoyo no puede ser eterno y la empresa debe mejorar, demostrar que puede ser responsable”, afirmó.