Hace unas semanas salió publicado en el Diario Oficial de la Federación la primera regulación para los sistemas de carga de autos eléctricos en México. Hay que hacer un reconocimiento al comisionado Walter Julián Ángel Jiménez, quien llevó el proyecto, lo mandó a consulta, lo corrigió, encontró más errores, lo volvió a corregir y, entonces, logró su aprobación y publicación. El reconocimiento y corrección de errores es algo inusual en este gobierno, por lo que el suceso ya es de inicio digno de reconocimiento.
Ahora, ¿por qué se regula esto de la carga de la electromovilidad?
¿Por qué se regula esto de la carga de la electromovilidad?
Primero, hay que decir que los autos eléctricos modifican el modelo de negocio de la movilidad, pues no puedes tener un tanque de 200 litros de gasolina en tu casa, ir recibiendo la gasolina y abastecer tu auto en casa por el alto riesgo que esto significa. Pero sí puedes tener una toma de corriente para cargar un auto eléctrico, así que no tienes la necesidad de ir a un establecimiento especial, como una gasolinera, para cargar tu vehículo. Incluso, si no tienes estacionamiento en casa, es posible tener cargadores en las calles, estacionamientos públicos y centros comerciales para cargar mientras tu auto está estacionado.
Pero el hecho de que puedas conectarte al sistema eléctrico desde casi cualquier punto significa incrementar las presiones al propio sistema, particularmente a las redes generales de distribución, esos cables que cuelgan de los postes y pasan afuera de tu casa. Si sumamos que estas redes no han sido modernizadas ni atendidas como debiera los últimos años, la cosa se pone peor.
¿Qué hace la regulación para atender esto? Es muy sencillo: se llevará y creará un registro de donde hay cargadores de autos eléctricos, de que capacidades y tipos. Este es un acierto.
Para las estaciones de servicio también hay regulación, pues todo cargador que dé servicio público deberá tener todo tipo de conectores, además de indicar de manera pública el costo de la carga eléctrica.
Una medida que podría discutirse es que la regulación obliga a quienes instalen un cargador para autos eléctricos en casa a hacer un nuevo contrato independiente para instalar el sistema. Esto puede evitar que los usuarios de autos eléctricos tengan un exceso de consumo, pierdan el subsidio y pasen a tarifa Doméstica de Alto Consumo, además de que permite al operador del sistema ir conociendo los patrones de consumo y tomar previsiones al respecto. Sin embargo, también puede considerarse una medida que desalienta la adopción de la tecnología (pues además de obtener el auto y el cargador, ahora tienes que hacer un trámite más). Llevando el asunto del control al extremo, podríamos decir que si ahora se nos exige registrar un cargador de autos, al rato nos podrían exigir registrar un cambio de refrigerador o de aire acondicionado porque adquirimos algunos grandes.
Y aquí entra una duda. Hay algunos autos (pocos) que se cargan mediante un enchufe normal en baja tensión. ¿Esos habrá que registrarlos y sacar un nuevo contrato? Es duda.
Uno de los puntos que es necesario empezar a debatir es el asunto de los tipos de cargadores. Como mencionaba anteriormente, las reglas nuevas exigen a quienes ofrecen carga al público tener todo tipo de conectores, sin embargo ¿no será mejor ir obligando a los fabricantes a tener un solo tipo de conector?
Algo importante que no está en las DACG (y probablemente no sea el espacio para hacerlo) es que se deberían tomar medidas desde el regulador para que, en función del incremento de cargas por autos eléctricos, el distribuidor tenga que modernizar o reforzar los circuitos eléctricos, a fin de mejorar la resiliencia del sistema.
En fin, que la cosa no inicia mal. Esta regulación es perfectible, pero un buen inicio. Mientras que se debe facilitar la electromovilidad, esta regulación podría encarecerla. La evolución tecnológica podría cambiar la historia pronto, incluso con carga inalámbrica. Sigamos esta evolución.
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