Las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2) del sector energético alcanzaron un nuevo récord de 37 mil millones de toneladas (Gt) en 2022, lo que significó 1 por ciento por encima de su nivel previo a la pandemia del COVID-19, aseguró la Agencia Internacional de Energía (AIE).
En su más reciente reporte “Mapa de ruta al Cero Neto: Una ruta global para mantener el objetivo de 1.5 ºC al alcance”, el cual es una actualización del documento emitido el año pasado, la Agencia aclaró que se prevé que las emisiones de este sector lleguen a su punto máximo en esta década.
“La velocidad del despliegue de tecnologías clave de energía limpia significa que ahora la AIE proyecta que la demanda de carbón, petróleo y gas natural alcanzará su punto máximo en esta década, incluso sin nuevas políticas climáticas. Esto es alentador, pero no suficiente para el objetivo de 1.5 ° C”, expuso el organismo.
Señaló que los argumentos a favor de transformar el sistema energético mundial en consonancia con el objetivo de 1.5 ° C nunca han sido más sólidos. En este sentido, refirió que agosto de 2023 fue el mes más caluroso jamás registrado y el más caluroso jamás registrado después de julio del mismo año.
“Los impactos del cambio climático son cada vez más frecuentes y graves, y las advertencias científicas sobre los peligros de la trayectoria actual se han vuelto más fuertes que nunca”, expuso.
Recordó que, en respuesta a la pandemia y a la crisis energética global provocada por la invasión rusa a Ucrania, los gobiernos de todo el mundo anunciaron una serie de medidas diseñadas para promover la adopción de una variedad de tecnologías de energía limpia. Esta industria se está acelerando rápidamente para abastecer a muchos de ellos, añadió.
Al respecto, dijo que, si se implementan por completo, las expansiones de la capacidad de fabricación actualmente anunciadas para energía solar fotovoltaica y baterías serían suficientes para satisfacer la demanda para 2030 en esta actualización del documento.
Resumió que el aumento de las energías renovables, la mejora de la eficiencia energética, la reducción de las emisiones de metano y el aumento de la electrificación con las tecnologías disponibles hoy en día generan más del 80 por ciento de las reducciones de emisiones necesarias para 2030.
Por ello consideró que la ampliación de la energía limpia es el principal factor detrás de una disminución de la demanda de combustibles fósiles de más del 25 por ciento esta década en el escenario NZE, pero destacó que las políticas bien diseñadas, como la jubilación anticipada o la reutilización de las centrales eléctricas alimentadas con carbón, son clave para facilitar la disminución de la demanda de combustibles fósiles y crear espacio adicional para que se expanda la energía limpia.
En sus estimados, la AIE calculó que triplicar la capacidad mundial instalada de energías renovables a 11 mil gigawatts (GW) para 2030 proporciona las mayores reducciones de emisiones hasta ese año, en el escenario NZE.
“La configuración política actual ya encamina a las economías avanzadas y a China a lograr el 85 por ciento de su contribución a este objetivo global, pero se requieren políticas más sólidas y apoyo internacional en otras economías de mercados emergentes y en desarrollo. Para todos los países, es fundamental acelerar la concesión de permisos, ampliar y modernizar las redes eléctricas, abordar los cuellos de botella de la cadena de suministro e integrar de forma segura las energías renovables variables”, indicó.
Igualmente, apuntó que duplicar la tasa anual de mejora de la intensidad energética para 2030 en ese escenario ahorra el equivalente energético de todo el consumo de petróleo en el transporte por carretera actual, reduce las emisiones, aumenta la seguridad energética y mejora la asequibilidad.
En su reporte, la Agencia también subrayó que las tecnologías en auge, como los vehículos eléctricos y las bombas de calor, impulsan la electrificación en todo el sistema energético, proporcionando casi una quinta parte de las reducciones de emisiones hasta 2030.
En cuanto a los autos, el crecimiento reciente encamina las ventas de automóviles eléctricos a representar dos tercios de las ventas de automóviles nuevos para 2030 y, respecto a las bombas, sus ventas aumentaron 11 por ciento a nivel mundial en 2022, y muchos mercados, especialmente en la Unión Europea, ya están por delante de la tasa de crecimiento anual de aproximadamente el 20 por ciento necesaria hasta 2030. China, por su parte, sigue siendo el mercado más grande del mundo para bombas de calor.
Por último, la Agencia explicó que la reducción de las emisiones de metano del sector energético en 75 por ciento para 2030 es una de las oportunidades de menor costo para limitar el calentamiento global en el corto plazo.
“Sin esfuerzos para reducir las emisiones de metano provenientes del suministro de combustibles fósiles, las emisiones de CO2 del sector energético global tendrían que alcanzar cero emisiones netas alrededor de 2045, lo que tendría implicaciones importantes para las trayectorias equitativas”, alertó.
La Agencia manifestó que reducir las emisiones de metano en las operaciones de petróleo y gas natural en un 75 por ciento cuesta alrededor de 75 mil millones de dólares en gasto acumulado hasta 2030, equivalente a solo el 2 por ciento de los ingresos netos recibidos por la industria del petróleo y el gas en 2022. Gran parte de esto iría acompañado de ahorros en costos netos mediante la venta de metano capturado.