Redacción / Energía a Debate
Un grupo de 457 inversionistas que supervisa más de 41 billones de dólares en activos combinados y una coalición de un grupo de 79 directores ejecutivos de empresas están pidiendo al Grupo de los 7 (G7), compuesto por Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos, que trabaje más para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y recortar el financiamiento a los combustibles fósiles.
En cartas separadas dirigidas a los gobiernos mientras los líderes del G7 se reunían en Inglaterra, y antes de la cumbre climática global en noviembre de la llamada COP26, los dos grupos concordaron en la necesidad de una acción inmediata “audaz y valiente” para limitar el calentamiento global a 1.5 °C, según lo establecido y aprobado en el Acuerdo de París en diciembre de 2015.
Fidelity International, Schroders, DWS Group, Legal and General Investment Management y Pacific Investment Management Co, estuvieron entre los cientos de inversores influyentes que firmaron la petición a todos los gobiernos mientras los líderes del G7 se reúnen en Inglaterra.
Estos inversionistas representan los activos colectivos más grandes bajo gestión que firma una declaración global de inversionistas dirigida a los gobiernos sobre el cambio climático desde la primera petición en 2009.
En su carta, dijeron que aquellos países que lideren la elaboración de informes financieros relacionados con el clima se convertirían en destinos de inversión “cada vez más atractivos”. Los rezagados se encontrarían en desventaja competitiva, escribió el grupo que representa aproximadamente el 37% de todos los activos globales bajo administración.
“La plena implementación del Acuerdo de París creará importantes oportunidades de inversión en tecnologías limpias, infraestructura verde y otros activos, productos y servicios necesarios en esta nueva economía”, aseguró la coalición de inversionistas.
Los datos recopilados por un equipo de economistas muestran que, entre 2017 y 2019, el G7 todavía proporcionó $ 86 mil millones en finanzas públicas para combustibles fósiles, de los cuales el 88% se destinó al petróleo y al gas. Esto es más de tres veces su apoyo a la energía limpia durante el mismo período.
La Alianza de Líderes Directivos Climáticos (Alliance of CEO Climate Leaders), que representa a los principales jefes de grandes empresas como Newmont, Novo Nordisk, Royal DSM, ABB, AstraZeneca y Deloitte, también pidió a los gobiernos que aceleren los planes para reducir las emisiones.
Dijeron que para forzar la acción corporativa, los líderes de los países necesitaban cambiar las reglas del juego. Eso incluye, dijeron en una carta abierta, desarrollar un mecanismo de fijación de precios del carbono basado en el mercado y establecer objetivos de descarbonización “creíbles”.
Los directivos también respaldaron la eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles, recortes en los aranceles para productos amigables con el clima y un impulso en la financiación de la investigación y el desarrollo de tecnologías ecológicas.