Ulises Juárez / Energía a Debate
Especialistas coincidieron en que es necesario establecer un diálogo inteligente y técnico con las autoridades para solucionar el asunto de la participación de las energías renovables en el sistema eléctrico nacional, en vez de dirimir el tema en tribunales.
Durante el panel de opinión “Confiabilidad del Sistema Eléctrico Nacional: redes y oportunidades”, organizado esta mañana por el Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), los participantes dijeron que deben retomarse los comités técnicos para discutir sobre las modificaciones al marco legal aplicable al sector eléctrico mexicano.
El tema del panel estuvo relacionado con el “Acuerdo para garantizar la Eficiencia, Calidad, Confiabilidad y Seguridad del Sistema Eléctrico Nacional, con motivo del reconocimiento de la epidemia de enfermedad por el virus SARS-CoV2 (COVID-19)”, emitido por el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) el pasado 29 de abril, y con el “Acuerdo por el que se emite la Política de Confiabilidad, Seguridad, Continuidad y Calidad en el Sistema Eléctrico Nacional” publicado por la Secretaría de Energía (Sener) el 15 de mayo.
Ambos documentos en esencia dejan a las energías renovables fuera del sistema bajo el argumento de que su intermitencia pondría en riesgo la seguridad y la confiabilidad el servicio eléctrico.
La publicación de los documentos generó que más de 20 empresas del sector se ampararan, lo que ha generado un conflicto que se está dirimiendo en el Poder Judicial.
Julio Valle Pereña, consultor en energías renovables y vocero de las Asociaciones Mexicana de Energía Solar fotovoltaica (Asolmex) y Mexicana de Energía Eólica (AMDEE), explicó que ambos Acuerdos no tienen una justificación técnica.
“La realidad no es un tema técnico, las justificaciones que muestran para nada tienen que ver con las fuentes de energía renovable solar y eólica. Tiene que ver con líneas de transmisión, tiene que ver con otro tipo de fallas que se muestran en el sistema”, aseguró.
Agregó que gran parte de la molestia de la industria de las renovables es que las autoridades hayan tomado decisiones por la vía administrativa, cuando ya existe un marco regulatorio que marca reglas muy claras para todos los participantes. “El tema técnico tiene su cancha”, agregó.
Valle comentó que para cambiar las normas técnicas y de mercado había comités consultivos y que ésos fueron cancelados desde diciembre de 2018.
Mencionó que, si bien no han cancelado proyectos existentes en operación y construcción, las empresas del ramo no han aprobado ningún nuevo proyecto. El recurso para nuevos proyectos en México se estaría yendo a otros destinos, dijo.
“En el mediano y largo plazos, todas las cosas que se están irrumpiendo hoy en el marco regulatorio van a afectar la capacidad que tenga México de atraer esas inversiones. No quiere decir que no vayan a existir, quiere decir que muy probablemente van a venir con un mayor riesgo, por tanto con un mayor precio, por tanto con un mayor costo para todos los consumidores de energía”, advirtió.
También manifestó que hace falta una regulación económica en materia de almacenamiento de energía. Al respecto, planteó dos alternativas: que se vea como una “utility” en donde el Estado lo estableciera y administrara, o como un tema de los generadores (nacional y privados) con carácter más especulativo.
Por su parte, Jeff Pavlovic, socio fundador de la empresa Bravos Energy y ex director general de Seguimiento y Coordinación de la Industria Eléctrica de la Sener, se refirió al argumento central de los dos Acuerdos de la Sener y el Cenace relativos a la intermitencia, por la cual establecen que este tipo de energías no deberían acreditar potencia.
Explicó que no solo las energías renovables, como la solar y la eólica, presentan intermitencia, sino que también este fenómeno se presenta en la demanda e, incluso, en la generación firme derivado de las fallas en su operación.
“Las firmes también presentan esa característica, no siempre están. De hecho, la disponibilidad promedio de las plantas firmes era de alrededor de 70% el año pasado”, refirió.
Por ello sugirió que se haga un estudio de quiénes causan la variabilidad del sistema y, posteriormente, repartir los costos de una forma proporcional relacionada con su variabilidad. “La ventaja (de eso) es que da incentivos a cada quien para controlar su variabilidad”, consideró Pavlovic.
Víctor Rodríguez Padilla, especialista en el sector energético y profesor en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fue más allá al asegurar que los Acuerdos y, en general, la dirección del sector de la energía por parte de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador es más política y va dirigida a frenar la construcción de infraestructura privada.
“En el Acuerdo del 15 de mayo de Secretaría de Energía hay una restricción tácita a la participación privada”, dijo el analista quien también aseguró que, sin embargo, hay un choque entre el marco regulatorio heredado de la administración pasada, que privilegia el libre mercado, con el nuevo modelo centralista.
“Lo que ha intentado hacer este gobierno es concentrar la planeación en la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Es regresar a la planeación vertical en CFE desde la generación hasta la venta de la energía.
“Ahí hay un choque entre la nueva política con el mercado, es una lucha de modelos. Lo grave es que no quieren cambiar el modelo jurídico”, subrayó.
Asimismo, refirió que las prioridades de esta administración en cuanto a energía son el tema político, el económico y el ambiental, en ese orden.
“Las renovables son las sacrificadas. No es que esté en contra de ellas, sino que el gobierno va contra los privados sea la tecnología que sea porque dicen que (la CFE) pierde mercado e ingresos”, añadió.
Destacó también que en años anteriores no se prepararon las redes de transmisión eléctrica para la entrada de las energías renovables y hay un rezago de inversión en el rubro por 5 mil millones de dólares.
En este tenor, Rodríguez Padilla afirmó que el asunto de las renovables es más bien político, por lo que recomendó sentarse a negociar específicamente con Manuel Bartlett Díaz, director general de la CFE, a quien consideró como el secretario de Energía de facto.
“No estamos ante un problema técnico, ambiental ni legal. El problema es político, hay que sentarse con el gobierno a negociar. El secretario de Energía es Manuel Bartlett, no es la secretaria (Rocío Nahle); el que lleva la política energética eléctrica. Es con él con quien hay que negociar”, puntualizó.
Los combustibles
Erick Tapia Estrada, consultor externo en mercado de combustibles, expuso el problema que tiene México en esta materia. “Las refinerías (del país) están rotas porque hace alrededor de seis años se les metió crudos contaminados. Los productos por tanto salen con alto contenido de metales y sustancias corrosivas”, afirmó.
Dijo que Petróleos Mexicanos nunca ha puesto mucha atención en la calidad de sus productos, al grado de que la CFE no adquiere su combustóleo para sus plantas termoeléctricas por temor a que se dañen.
“Se importa combustóleo con bajo contenido de azufre, al 2% porque es el que necesitan las termoeléctricas. No se usa el que produce Pemex porque tiene mucho azufre (más de 4%) que lastima a las termoeléctricas”, comentó.
Asimismo, dijo que Pemex no adquiere crudos más ligeros para refinar básicamente por cuestiones ideológicas, de manera que Pemex continúa elaborándolo aunque cada vez cuesta más trabajo colocarlo en los mercados nacional y extranjero por su alto contenido de azufre y metales.
Tapia Estrada también rompió el mito de que el combustóleo sea más barato que otras tecnologías para generar electricidad. “El precio de la generación con combustóleo está en alrededor de 10 dólares por millón de BTU, contra 4 dólares del gas natural. “Además de contaminar, es caro”, señaló. “¿Quién paga eso?”, cuestionó. “Es un subsidio inverso, el usuario paga las ineficiencias de Pemex”.
Las importaciones de combustóleo al 2% de azufre se han incrementando consistentemente ante los requerimientos de la CFE a poco más de 40 mil barriles por día al cierre de 2019, en tanto que la mitad de la producción nacional se exporta, pero con pérdidas, ya que se cotiza por debajo del precio del petróleo crudo.
Al término del panel, Luis Rojas Nieto, presidente del CICM, aseguró que para el tema de las energías renovables hay soluciones tanto técnicas como prácticas y se sumó al llamado de los especialistas en la necesidad de realizar mesas de consulta con el gobierno federal.
“Con planeación podemos resolver todo el problema de infraestructura del país para el futuro”, concluyó.