El huachicol creció 26.5 por ciento en 2022 con respecto al periodo anterior, convirtiendo este año en el que mayor número de estos delitos se ha registrado en lo que va de la presente administración federal.
El año pasado, las perforaciones en ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) que transportan combustibles alcanzaron las 13 mil 882, la cifra más alta en lo que va del sexenio y solo por debajo de las 14 mil 894 tomas de 2018.
De 2010 a 2022, se registraron 97 mil 106 tomas repartidas a lo largo del territorio mexicano y cada año la cifra aumentaba significativamente, expuso la organización Ombudsman Energía México.
Recordó que a inicios de esta administración, en 2019, comenzó una guerra contra el llamado “huachicol”, tomando medidas que no han logrado reducir la incidencia de este delito.
Según los datos obtenidos a partir de la plataforma de Transparencia de la empresa productiva subsidiaria Pemex Logística (PLog), el 2022 rompió con una tendencia hacia la baja que mostraban los números de tomas ilegales.
Tomas clandestinas 2010-2022
(Fuente: Ombudsman Energía México)
De acuerdo con los números de PLog, por cuarto año consecutivo el estado de Hidalgo ha sido la entidad en donde más se registran estos ilícitos.
“El robo de combustible se concentra en 23 municipios, que suman 4 mil 935 tomas clandestinas y 632 mil 921.92 barriles de huachicol. El municipio con mayor cantidad de tomas clandestinas es Cuautepec de Hinojosa con 1 mil 133 puntos; seguido por Ajacuba con 490, y Tula de Allende con 330 puntos”, detalló el informe.
En segundo lugar se encuentra el Estado de México con 1 mil 534 perforaciones durante el 2022, unas 513, o 42 por ciento, más de las que sufrió en el año previo.
La organización no gubernamental expuso que de las tomas en la entidad mexiquense se extrae principalmente diésel, gasolina y gas licuado de petróleo (gas LP). Precisó que de este último combustible, las tomas han ido en aumento, según reportes por parte de Pemex.
Agregó que las tomas clandestinas de este producto pasaron de 256 en 2019, a 637 en 2022, lo cual ha convertido al Estado de México en un punto de importancia para la petrolera estatal.
“Los municipios donde existe más incidencia de estos delitos son Otumba, Soyaniquilpan, Chiautla, Jilotepec, Polotitlán y Tezoyuca, estas tomas representan una pérdida de aproximadamente 100 mil millones de pesos cada mes solo por concepto de IVA según datos de la Asociación de Distribuidores de Gas LP”, refirió.
Las pérdidas económicas por el huachicol
El año pasado, las pérdidas financieras por robo de combustible para Pemex se incrementaron en 159.7 por ciento con respecto a las cifras del 2021.
En el cuarto trimestre del 2022, dichas pérdidas equivalen a una merma de 18 mil 700 millones de pesos, subrayó Ombudsman Energía México.
En su informe, indicó que el 2018 fue el año en que se presentó el récord de tomas localizadas, mismas que se redujeron significativamente como resultado de una serie de medidas instrumentadas por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque tuvieron un alto costo para Pemex.
“Estas medidas fueron el aumentar la vigilancia en los puntos más afectados, además también los ductos se fueron cerrando de forma que la única forma de transportar hidrocarburos era de forma terrestre, lo cual implicó un aumento de costos para Pemex para el transporte de estos recursos”, expuso.
Volumen faltante en ductos 2006 – 2018
(Fuente: Ombudsman Energía México)
Después vendría la pandemia por el COVID-19 en 2020, incitando a que la supervisión y protección de las instalaciones de los principales oleoductos se redujeran, repuntando el número de perforaciones clandestinas.
“La estrategia implementada por la actual administración no se ha retomado de la mejor forma debido a que mantener cerrados los ductos representaba pérdidas mayores a las que se generaban por el huachicol, debido a esto los ductos se reabrieron y aumentaron las perforación ilegales”, manifestó la organización.
Por último, el reporte también sugiere que el aumento del huachicol se debe en parte a la diversificación de los grupos delincuenciales que operan en el país y que han visto en el robo de combustible una actividad más segura que el tráfico de narcóticos por tener un nivel de riesgo relativamente menor.
Citando información de la Revista mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, el Ombudsman Energía México señaló que cada día Pemex pierde unos 54 millones de pesos por el robo de combustibles. Tan solo en el periodo 2016-2018, las pérdidas de Pemex se incrementaron en 166 por ciento.