Gas Bienestar es una empresa creada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a través de Pemex, que tenía el objetivo de distribuir gas licuado de petróleo (gas LP) a “precios justos”, en todo el país; sin embargo, ha enfrentado dificultades que le han impedido crecer su presencia en el mercado más allá de uno por ciento.
En julio de 2021, el presidente López Obrador anunció la creación de la empresa mientras la Comisión Reguladora de Energía (CRE) establecía un mecanismo de precio máximo para venta al público del gas.
“Gas Bienestar, se va a llamar y se van a vender cilindros de gas de 20, de 30 kilos, a precios bajos en las colonias”, puntualizó.
El objetivo era desacelerar el aumento en el precio del gas a niveles inferiores a la inflación.
De ahí, dio un plazo de tres meses para que arrancara Gas Bienestar bajo la administración de Petróleos Mexicanos.
En México, aproximadamente tres de cada cuatro hogares utilizan este gas, y cinco empresas concentran la mitad de la distribución en México.
El objetivo era que Gas Bienestar se ampliara a toda la Ciudad de México y de ahí al resto del país.
Sin embargo a tres años de distancia, la cobertura de la empresa es de menos de uno por ciento y apenas cuenta con presencia en nueve de las 16 Alcaldías de la Ciudad de México.
Además, Valeria Moy, directora del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), afirmó que la solución para los precios del gas LP no se basa ni en el tope de precios ni en la creación de una empresa del Estado, sino en la generación de competencia, rompiendo los oligopolios o las posibles colusiones que existieran en los particulares e incrementando los puntos de venta, y la segunda es ofrecer alternativas a los hogares, como el uso de gas natural, que es un buen sustituto para lo cual Pemex tendría que incrementar su producción.
“México ya vio películas similares en las que para tratar de arreglar un problema de mercado generamos más problemas que le cuestan a la población mexicana millones de pesos que pueden ser utilizados de mejor manera. ¿Es necesario volver a ver una película cuyo final ya conocemos?”, comentó.