La empresa del gobierno de la 4T, Gas Bienestar, no ha tenido un impacto en el precio del gas LP, pues este se ubica en su punto más alto en el año.
La compañía fue creada por Pemex, después de la orden del presidente Andrés Manuel López Obrador. Su objetivo, según el mandatario, es “llevar el combustible a precios justos para los mexicanos”.
La empresa empezó a operar en agosto en la alcaldía Iztapalapa, y según Claudia Sheimbaum, la jefa de Gobierno capitalina, el servicio se extenderá a Azcapotzalco antes de que concluya el año.
Gas Bienestar es una de las dos herramientas de las que el presidente echó mano para tratar de reducir el impacto en el precio del combustible, que acumula un alza anual de 26.65 por ciento al cierre de la primera quincena de octubre, según datos del Inegi.
El mismo organismo detalló que el propano mostró una inflación quincenal de 4.42 por ciento, hilando dos quincenas por arriba de cuatro por ciento.
La otra herramienta fue encargada a la Comisión Reguladora de Energía (CRE), que desde el arranque de agosto implementó el tope a los precios del combustible en las 145 regiones en las que volvió a dividir al país.
Sin embargo, pese al impacto inicial, las medidas se diluyeron y hoy el precio promedio del combustible se ubica en 26.73 pesos por kilogramo, por encima de los resultados de julio de este año.
Esto ocurre incluso cuando Gas Bienestar, una empresa que pretendía estimular la competencia al menos en la Ciudad de México, da precios que son hasta 10 por ciento menores al tope establecido por la CRE.
Según datos de Gas Bienestar, los precios que ofreció la compañía entre el 27 de agosto y el 30 de septiembre fueron hasta 10 por ciento menores al tope del regulador liderado por Leopoldo Melchi.
Sin embargo, el valor internacional del combustible, que en Estados Unidos está en máximos desde 2013, no ha permitido que los precios en el país se mantengan estables.
México importa casi la mitad del gas LP que se consume en el país de acuerdo con datos de Pemex.