Redacción / Energía a Debate
Entre los países con alta dependencia externa de gas natural, México es el que depende en mayor proporción de un solo país, al importar el 90 por ciento de su consumo desde Estados Unidos.
Además, entre los países con alta dependencia externa, México es el que depende en mayor proporción de este insumo para la generación de energía eléctrica.
En México, 54 por ciento de la electricidad se genera a partir de gas natural, mientras que en ningún otro país esa proporción rebasa el 45 por ciento.
Alma América Porres Luna, comisionada de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), informó lo anterior durante su participación en las Mesas de Trabajo Gas Natural y Electricidad, que llevó a cabo el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), en coordinación con el Poder Legislativo, en Mérida, Yucatán.
Porres señaló que el costo de producción de gas natural es de entre 1 y 5 dólares por millón de Btus en diversas regiones de México y hay oportunidades para elevar la producción a través de los campos prioritarios de Pemex, asociaciones de Pemex y rondas petroleras. “Las inversiones de proyectos de gas compiten en rentabilidad con los de petróleo”, subrayó.
Destacó la opción de promover nuevas inversiones en áreas que aún no han sido adjudicadas, ya sea a Pemex en la Ronda Cero o a particulares a través de las rondas petroleras. Pemex mantiene derechos en 99 asignaciones de exploración y 271 de exploración y extracción, En particular, México cuenta con un alto potencial de gas que existe en recursos no convencionales, dijo.
Para elevar la producción de gas, se debe impulsar las cadenas productivas de este hidrocarburo y crear incentivos fiscales ajustando la regalía aplicable a gas natural en los contratos petroleros y los derechos que paga Pemex en la producción de gas natural. Se debe permitir la deducción inmediata de inversiones en proyectos de gas natural, para efectos de impuesto sobre la renta, opinó.
Otra asignatura pendiente en México es crear instalaciones para el almacenamiento de gas, que debería alcanzar 20 a 30 días de consumo con base en prácticas de países europeos, concluyó la Doctora Porres Luna.