Ulises Juárez / Energía a Debate
La reducción de las emisiones de metano a la atmósfera en la producción de gas natural es una de las acciones con las que la industria de extracción y procesamiento de hidrocarburos puede contribuir para la transición energética en el mundo, coincidieron expertos y representantes de las empresas más grandes de este segmento.
Asimismo, las empresas petroleras globales pueden implementar tecnologías de captura y almacenamiento de carbono en sus actividades, además de desarrollar el hidrógeno como energía limpia, especialmente el hidrógeno verde.
“El sector energético por medio del seguimiento de nuestra industria de los hidrocarburos puede jugar un papel muy clave en el combate contra el cambio climático, particularmente a través de la mitigación de las emisiones de metano”, aseguró Jeremy Martin, vicepresidente de Energía y Sustentabilidad para el Instituto de las Américas.
“Tenemos que ser honestos en toda la industria en cuanto a la importancia y el gran reto que podamos enfrentar, no solo en el tema del metano, sino en el cambio climático”, expuso durante la Convención Nacional Petrolera 2021, celebrada este día y organizada por la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (AMEXHI).
El gas natural, considerado como un energético de transición hacia una economía global más limpia, basada en fuentes renovables, por sus emisiones de metano es un gas muy potente que provoca el efecto invernadero, con un potencial 80 veces más alto que el del dióxido de carbono (CO2) en el calentamiento global incluso 20 años después de haber sido emitido, citó Martin.
En el caso de México, el representante del Instituto refirió que el gas que se quema en los estados de la región hidrocarbonífera del Golfo de México representa una pérdida de 100 mil millones de pies cúbicos al año, o en términos fiscales, son 4,000 millones de pesos anuales.
“Mi punto al referirme a estas cifras es que nos ayuda a entender si atacamos este problema juntos, podemos tener mayores recursos fiscales, podemos tener un gran impacto en términos de reservas de gas natural doméstico y por supuesto la seguridad energética del país”, señaló Martin.
Por su parte, María Fernanda Suárez Londoño, ex ministra de Energía y Minas de Colombia, dijo que actualmente existe un debate en torno al uso del gas natural. “Hay un gran debate, el gas sí nos sirve o no al 2050, pero al menos de aquí al 2030 es esencial”, afirmó.
Destacó el impuesto al carbón que se está implementando en otros países, sobre todo de Europa, como medida para reducir las emisiones y promover la transición energética.
Sin embargo, aclaró que en la región de América Latina la transición debe ser más “justa”, debido a que no se puede aplicar de la misma forma que en Europa por su condición económica. “Tenemos que tener retos distintos, es un reto a la industria”, argumentó.
En su oportunidad, Angélica Ruiz, country manager de BP México, hizo hincapié en que la transición energética debe darse, al igual que en la generación de energía, en el consumo de la misma.
“Punto principal es entender mucho mejor que no es solo en la generación, sino en el consumo, en la demanda de la energía”, apuntó y agregó que no solo en el sector energético, sino en las demás ramas de la economía.
Para ello, subrayó la importancia de la tecnología y de la digitalización. “Estamos hablando de electrificación mundial, no solo en las casas y edificios y movilidad, en ritmo y escala”, anoto.
En este renglón, destacó la importancia de la tecnología de Captura, Uso y Almacenamiento de Bióxido de Carbono (CCUS, por sus siglas en inglés); la generación eléctrica con bajas emisiones, como la eólica, la solar y próximamente el hidrógeno verde, y las alianzas con clientes con altos consumos de energía.