No se prevé que el gobierno federal aplique precios máximos a las gasolinas porque este sector es maduro y, a diferencia del gas licuado de petróleo (gas LP), en los combustibles para uso automotriz sí se reflejan los costos reales en el precio al público, dijo esta mañana Alejandro Montúfar, director general de la empresa de análisis de mercado PetroIntelligence.
“A diferencia del gas LP, no tenemos una estructura similar, consideramos una madurez”, dijo el especialista en el foro virtual “Precios, IEPS e inflación – cómo vamos”, efectuado por la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo).
“Básicamente sí se transmite el ahorro, y más porque la Secretaría de Hacienda reconoce que los precios altos son los precios de importación”, agregó Montúfar.
Explicó que la demanda de petróleo se incrementó en los últimos meses, lo que provocó que los precios internacionales subieran, de manera que el gobierno federal aplica los estímulos al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
Dijo que de no haberse aplicado los estímulos del IEPS, el precio de los tres combustibles (Premium, Magna y el diesel) se habrían incrementado por arriba de la inflación en 2019 y en 2020, lo que se puede apreciar en la siguiente gráfica, en donde los recuadros indican el precio al público sin estímulo al Impuesto.
“Hasta los mismos precios al mayoreo habrían sido mayores como los precios al público que estaríamos esperando y que se ajustan por inflación”, añadió el especialista durante el foro organizado por el gremio gasolinero bajo la presidencia de Roberto Díaz de León.
Respecto a la regulación que recientemente emitieron la Secretaría de Energía (Sener) a cargo de Rocío Nahle García, y la Comisión Reguladora de Energía (CRE) de Leopoldo Melchi que establece una fórmula para determinar el precio tope máximo para ventas finales de gas LP, Montúfar aseguró que se debió no a los precios altos del energético, sino a que no se reflejaron “de manera rápida” los descensos en los costos internacionales en el precio al público.
A esta crítica, apuntó, se sumaron en su momento la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) el Banco de México.
“En cambio, en el sector gasolinero, no tenemos este problema. Básicamente sí se transmite el ahorro, y más porque la Secretaría de Hacienda reconoce que los precios altos son los precios de importación”, señaló.
También destacó que los empresarios gasolineros podrían quedarse con el ahorro resultante del descenso del precio internacional o de la reducción del IEPS, pero no lo hacen porque es parte de la madurez de este mercado.
“La política de los estímulos al IEPS, por sí sola, no tendría el efecto si no se contara con un comportamiento responsable del sector”, manifestó. “Es un ahorro que pudieran no transmitirlo, pudieran quedarse con alguna parte. La precisión es que se necesita de un mercado maduro para poder tener eficacia en una política de estímulo fiscal”, concluyó.