El miércoles de la semana pasada, la Consejería Jurídica del Poder Ejecutivo Federal emitió los “Lineamientos para la Elaboración y Presentación de Iniciativas de Ley Expedidas por el Poder Ejecutivo Federal”.
¿Qué es eso? En lenguaje ciudadano se trata de un instructivo para que el gobierno elabore sus iniciativas de leyes y reglamentos, además de reformas constitucionales, después remitirlas a la Consejería para su revisión y, con ello, presentarlas ante el Congreso de la Unión con la esperanza de que este se las apruebe.
Los Lineamientos exigen a las dependencias, entidades o cualquier otro ente del gobierno federal que remitan a la Consejería sus iniciativas con una serie de requisitos que todos ellos suenan de lógica elemental, pero destacan dos: Dictamen de Análisis de Impacto Regulatorio y Dictamen de Análisis de Impacto Presupuestal.
No es que seamos venenosos, pero recordemos que las iniciativas de reformas que se han mandado al Congreso durante la presente administración, al menos en materia energética y con aquello de “no mover ni una coma”, han carecido de uno y/u otro.
Organizaciones no gubernamentales y otros actores sociales reclamaron en su momento que la iniciativa de reforma constitucional en materia eléctrica del presidente y, más recientemente, la de la Ley Minera (por el asuntito del litio) no tuvieron un análisis de cómo pegarían en los dineros públicos. En el caso de la segunda, aun así el Legislativo la pasó.
Ojalá esta nueva disposición ayude a nuestros funcionarios públicos, diputados y senadores a pensar mejor lo que propongan y aprueben. Porque para escribir ocurrencias, cualquiera; pero contar numeritos ya es otra cosa.
Pemex, bajo sospecha de la CNH
En la semana, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) informó que Pemex podría hacerse acreedor a una sanción por “desviaciones” en el Plan de Producción del pozo Ixachi, uno de los campos prioritarios para el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
La CNH informó que se realizaron visitas de inspección a Ixachi, en el perímetro del estado de Veracruz, en las que se detectaron algunas irregularidades, aunque no ofrecieron mayores detalles.
Como consecuencia, Pemex podría recibir una amonestación y hasta una sanción por parte del regulador, pero habrá que ver el desarrollo de esta eventualidad.
Pero vamos a cambiar un poco la perspectiva: ¿qué hubiera pasado si no hubiera sido Pemex?, ¿cuál sería la reacción si estas “desviaciones” e “irregularidades” hubieran provenido del sector privado?
Seguramente hubiéramos visto algunos gritos en el cielo, debido a que (como reza la eterna canción de la 4T) los privados están saqueando y solo se aprovechan de los recursos de todos los mexicanos para enriquecerse y hasta saquear, todo, claro, por culpa del neoliberalismo la “mal llamada Reforma Energética” y los sexenios anteriores.
Hoy, si la CNH determina que es necesario sancionar a Pemex, la responsabilidad cae dentro de casa, en uno de los hombres de mayor confianza del presidente: Octavio Romero Oropeza. Por ello, es posible que el panorama se mantenga tranquilo, sin aspavientos, y siga todo en paz en Palacio Nacional, independientemente del resultado de la investigación de la CNH, que es uno de los pocos organismos que han “podido cruzar el pantano sin manchar su plumaje”.
Bonita transparencia
En sentido totalmente contrario está la Comisión Reguladora de Energía, que preside Leopoldo Melchi, donde las sesiones son de juguete y solo se dedican literalmente a decir si están a favor o en contra de los proyectos de resolución, sin dar detalles ni abundar sobre los argumentos.
Por si alguna duda quedaba, la semana pasada la CRE tuvo su sesión extraordinaria del 25 de mayo. Ahí, acordaron emitir tres sanciones contra la empresa Servicios y Terminales de Tuxpan SA de CV, dos relativas al sector eléctrico y una en relación con el sector hidrocarburos, pero no sabemos más.
Básicamente, los comisionados de la CRE se tardaron más en revisar el quórum y el protocolo para iniciar la sesión que en votar que sí.
¿Pero sí qué?, se preguntará usted. Y la respuesta es sí los vamos a sancionar. Pero ¿por qué?, ¿cuánto?, ¿es mucho, es poco?, ¿nomás va a ser sanción?, no sabemos nada de eso.
La transparencia en la Comisión Reguladora de Energía se murió con la llegada de la Cuarta Transformación y las sesiones son una letanía de quórum y minutas sin sentido, que no dicen absolutamente nada, más que sí o no. Bonita transparencia, ¿no?