In a pair of new reports, the Baker consultancy rewrites Mexico’s narratives regarding energy supply from antiquity to the incoming administration of Claudia Sheinbaum. “The arguments in these reports challenge the official energy narratives, which, since 2018, have discouraged private investment,” says George Baker, principal investigator of the newsletter Mexico Energy Intelligence (MEI), which has been published in Houston since 1996.
In MEI 967.1 step-by-step changes in energy supply are plotted (Fig. C). “It was the step change from foraging to agriculture and the domestication of maize, beans, and squash that provided the surplus calories that were needed for the immense work of building the cities and future UNESCO World heritage Sites of the Classical Era,” observes Baker.
Where historians have focused on the Conquest as a stunning display of military leadership and occupation and as a demographic catastrophe for Indigenous peoples, in this report the Conquest is described as a step change in energy supply: just the horse, wheel and cart would have reenergized the Mexican economy. Unfortunately, European diseases and subjugation canceled benefits for most populations.
A step change centuries later was the industrial revolution with its concomitant premium on oil supply. The economic policies and mining codes of Porfirio Díaz brought about an oil boom that put Mexico on the map as a supplier to a global market. British warships would depend on Mexican oil during World War I.
Within 25 years, however, there was a populist backlash against those policies that led to civil war. In 1917, an-hoc assembly carried out a major rewrite of the constitution. In the text of Article 27, subsurface resources were socialized, severing surface rights from mineral rights. The change that put in doubt an oil or mining company’s commercial rights to its reserves.
Twenty years of inconclusive negotiations ensued. In 1938, putting national honor ahead of domestic energy supply, the populist President Lázaro Cárdenas expropriated the oil industry and created a 100% state-owned, integrated oil company to take the place of the international companies.
In the Energy Reform of 2013-18, the government held oil and power auctions and opened markets to private investment in ways that increased the outlook for energy supply. This outlook turned negative after 2018, however, with the populist shift under President Andrés Manuel López Obrador.
Going forward, the report proposes that the next administration that is to take office in October should adopt a policy of sub leasing, or “farm outs”, which would allow current and future oil leaseholders to seek third parties to develop portions in legal subdivisions of their blocks, while retaining an overriding interest in future production during the term of their respective contracts. This measure would allow exploratory activity to increase even while lease auctions were suspended.
Also proposed is a second national oil company, one which, like Mexico’s first mixed-equity oil company, Petromex, S.A. (1934-38), would have professional management and market capitalization.
“Also proposed is a second national oil company, one which, like Mexico’s first mixed-equity oil company, Petromex, S.A. (1934-38), would have professional management and market capitalization”.
In the second report, MEI 983, researchers ask why investors in Mexico during the Energy Reform—as well as the authorities in the energy and finance ministries who marketed the investment opportunities—failed to recognize the weak institutional foundations of the reforms. “Investors and public authorities mistakenly believed that energy regulators, strictly on the basis of their legal and constitutional mandates, could sustain a robust business framework,” observes George Baker, the principal investigator.
The report discerns those prospective investors, faced with a lexicon of unfamiliar terms, misheard and misread government speech and intentions. “Foreign investors in 2014 heard ‘energy reform’ as an admission of prior policy errors, but ‘reformar’ means ‘to edit or amend.’ There were no such admissions and no intent to isolate the energy sector from presidential disruptions,” observes Baker.
The report concludes that the “Property Clause” of Article 27 will not serve as the foundation for any oil regime that would induce the supermajors to give Mexico a second chance. “The Energy Reform was a sophisticated, but unsuccessful, attempt to create a workaround of Article 27,” he concludes.
Finally, the researchers discern that increasing energy supply will not guarantee economic development, social welfare, or environmental stewardship.
Cómo se desorientaron inversionistas y autoridades en la Reforma Energética de 2013-18
En un par de nuevos informes, la consultora Baker reescribe las narrativas de México sobre el suministro de energía desde la antigüedad hasta la administración entrante de Claudia Sheinbaum. “Los argumentos de estos informes desafían las narrativas oficiales sobre energía que, desde 2018, han desalentado la inversión privada”, dice George Baker, investigador principal del boletín Mexico Energy Intelligence (MEI), que se publica en Houston desde 1996.
En MEI 967.1 se representan los cambios paso a paso en el suministro de energía. “Fue el paso del forrajeo a la agricultura y la domesticación del maíz, los frijoles y la calabaza lo que proporcionó el excedente de calorías que se necesitaban para el inmenso trabajo de construcción de las ciudades y los futuros sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO de la Era Clásica”, observa Baker.
Mientras que los historiadores se han centrado en la Conquista como una impresionante muestra de liderazgo militar y ocupación y como una catástrofe demográfica para los pueblos indígenas, en este informe la Conquista se describe como un cambio radical en el suministro de energía: solo el caballo, la rueda y el carro habrían revitalizado la economía mexicana. Desafortunadamente, las enfermedades europeas y la subyugación cancelaron los beneficios para la mayoría de las poblaciones.
Un cambio radical siglos más tarde fue la revolución industrial, con su concomitante extra que fue el suministro de petróleo. Las políticas económicas y los códigos mineros de Porfirio Díaz provocaron un boom petrolero que puso a México en el mapa como proveedor de un mercado global. Los buques de guerra británicos dependerían del petróleo mexicano durante la Primera Guerra Mundial.
Sin embargo, en 25 años, hubo una reacción populista contra esas políticas que llevaron a la guerra civil. En 1917, una asamblea ad-hoc llevó a cabo una importante reescritura de la Constitución. En el texto del artículo 27, se socializaron los recursos del subsuelo, separando los derechos superficiales de los derechos mineros. El cambio que puso en duda los derechos comerciales de una empresa petrolera o minera sobre sus reservas.
Siguieron veinte años de negociaciones inconclusas. En 1938, anteponiendo el honor nacional al suministro interno de energía, el presidente populista Lázaro Cárdenas expropió la industria petrolera y creó una empresa petrolera integrada 100% estatal para ocupar el lugar de las compañías internacionales.
En la Reforma Energética de 2013-18, el gobierno realizó subastas de petróleo y energía y abrió los mercados a la inversión privada de manera que aumentó las perspectivas para el suministro de energía. Sin embargo, este panorama se volvió negativo después de 2018, con el giro populista bajo el presidente Andrés Manuel López Obrador.
De cara al futuro, el informe propone que la próxima administración que asumirá el cargo en octubre adopte una política de subarrendamiento, o “farm outs”, que permitiría a los actuales y futuros arrendatarios de petróleo buscar terceros para desarrollar porciones en subdivisiones legales de sus bloques, al tiempo que conserven un interés primordial en la producción futura durante la vigencia de sus respectivos contratos. Esta medida permitiría aumentar la actividad exploratoria incluso mientras se suspenden las subastas de arrendamiento.
También se propone una segunda compañía petrolera nacional, una que, al igual que la primera compañía petrolera de capital mixto de México, Petromex, S.A. (1934-38), tendría una administración profesional y capitalización de mercado.
“Se propone una segunda compañía petrolera nacional, una que, al igual que la primera compañía petrolera de capital mixto de México, Petromex, S.A. (1934-38), tendría una administración profesional y capitalización de mercado”.
En el segundo informe, los investigadores se preguntan por qué los inversionistas en México durante la Reforma Energética, así como las autoridades de las Secretarías de Energía y de Hacienda que comercializaron las oportunidades de inversión, no reconocieron los débiles fundamentos institucionales de las reformas. “Los inversionistas y las autoridades públicas creyeron erróneamente que los reguladores de la energía, estrictamente sobre la base de sus mandatos legales y constitucionales, podrían mantener un marco empresarial sólido”, observa George Baker, investigador principal.
El informe distingue a los posibles inversionistas que, enfrentados a un léxico de términos desconocidos, oyeron y leyeron mal el discurso y las intenciones del gobierno. “En 2014, los inversionistas extranjeros escucharon ‘reforma energética’ como una admisión de errores de política anteriores, pero ‘reformar’ significa ‘editar o enmendar’. No hubo tales admisiones ni ninguna intención de aislar al sector energético de las alteraciones presidenciales”, observa Baker.
El informe concluye que la “Cláusula de Propiedad” del Artículo 27 no servirá de base para ningún régimen petrolero que induzca a las grandes empresas a dar a México una segunda oportunidad. “La Reforma Energética fue un intento sofisticado, pero infructuoso, de crear una solución alternativa al artículo 27”, concluye.
Finalmente, los investigadores disciernen que el aumento del suministro de energía no garantizará el desarrollo económico, el bienestar social o la administración ambiental.
*/ George Baker es editor de Mexico Energy Intelligence, un boletín del sector con sede en Houston. Escribe desde la perspectiva de soluciones de mercado regulado a la producción y suministro de productos energéticos, con especial atención en la exploración y producción. Sus comentarios sobre asuntos energéticos se han publicado en Energía a Debate, Milenio, Reforma, Letras Libres y Mexican Law Review, entre otras publicaciones en México. Se ha desempeñado como conferencista bilingüe en eventos de la industria y académicos, por ejemplo, en el Día de la Energía, el foro anual de la industria patrocinado por la Cámara de Comercio México-británica, en el que fue el primer orador principal en 1999.
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