Mujeres de la comunidad de Hueyotlipan, en el estado de Tlaxcala, han podido comenzar un negocio de costura con el que pueden contribuir a la economía de sus familias, a la vez que han logrado proyectar hacia el exterior su trabajo y los elementos culturales comunitarios.
Gracias a los talleres de costura que se están impartiendo bajo el patrocinio de la empresa de energías limpias Enel México, 52 mujeres de Hueyotlipan están trabajando en la confección de prendas de vestir con diseños coloridos y motivos originarios.
Actualmente participan 52 mujeres en los talleres de costura.
Uno de los éxitos de este taller fue que las mujeres diseñaron y elaboraron los 50 uniformes para los participantes de las Special Olympics, las Olimpiadas para personas con discapacidad intelectual, celebradas en México en noviembre de 2022, evento en el que Enel también participó activamente.
Uniformes para las Special Olympics de 2022
El taller de costura nació en 2019 y es parte de las actividades sostenibles que realiza Enel México en la localidad tlaxcalteca, cerca de la cual está instalada la central solar fotovoltaica Magdalena II que genera anualmente unos 600 gigawatts por hora (GWh).
“Detectamos el talento de las personas que forman parte de la comunidad y contactamos a una instructora en costura y tejido que pudiera compartir sus conocimientos con el resto de la población”, explicó Enrique Acosta, Land Rights Specialist de Magdalena II.
Al respecto, resaltó que el interés generado por este taller ha aumentado desde ese año, ya que inició con 15 participantes y para 2021 ya había 52, un incremento de más de 300 por ciento.
“Nos enorgullece y emociona porque mediante la promoción de cursos como éste, promovemos más habilidades entre los habitantes que les permite generar autonomía y creación de valor para su desarrollo personal y, por ende, de la comunidad”, agregó Acosta.
Este taller, al igual que el de carpintería que también se imparte en Hueyotlipan, forma parte de los esfuerzos de Enel México para transitar hacia la sostenibilidad y ambos están circunscritos en el modelo de Creación de Valor Compartido (CSV, por sus siglas en inglés).
“Este modelo forma parte de nuestra apuesta en el camino de la Sostenibilidad, pues estamos conscientes de que, para la creación de un futuro resiliente y justo, es necesario crear un tejido social fuerte en el que se tengan objetivos en común, como el cuidado del planeta y el desarrollo económico y social de las comunidades”, expuso el directivo para Energía a Debate.
En este sentido, dijo que el modelo requiere de planificación anual en cada territorio donde las empresas de Enel operan, con la intención de mitigar cualquier impacto, además de que se basa en los análisis de contexto social, económico y ambiental de cada área de influencia y de los grupos de interés.
Incluye el Estudio de Impacto Social (EVIS) y de materialidad, priorizando los temas principales del negocio y del territorio.
En este punto, Acosta subrayó que el plan de acción que resulta de este proceso es co-diseñado y consensuado con las comunidades y los aliados, a la vez que es monitoreado constantemente con el propósito de mejorarlo durante su implementación para que cumpla los objetivos planteados desde el inicio.
En el caso del taller de carpintería, Enrique Acosta refirió que, derivado de la EVIS, se detectó que la comunidad se dedicaba cien por ciento a las prácticas agrícolas, por lo que se consideró necesario diversificar las actividades a realizar para brindar a la población nuevas habilidades que pudieran explotar.
“Identificamos que contábamos con madera sobrante, consideramos que realizando un taller de carpintería no solo podríamos darle un mejor uso, sino que, podríamos mostrarle a la comunidad maneras de construir muebles que pudieran ocupar en sus casas o incluso para vender y generar ingresos extras”, agregó.
El modelo de negocio, por ahora, es la venta en bazares y tianguis de la comunidad y circunvecinos, para lo cual los participantes de los talleres reciben de asesores orientación sobre costos y precios de venta, pero Enel México ya está en planes de llevar esta capacitación “a otro nivel”.
“Estamos en proceso de llevar el curso al siguiente nivel para enseñar, en primer lugar, la administración, el costo integrado y todo lo que conlleva, desde la elaboración hasta el punto de que se logre comercializar el producto, por lo que continuaremos brindando el apoyo para el crecimiento de la comunidad”, apuntó Acosta.
Por último, aclaró que al final todo queda en decisiones de la propia comunidad.
“El taller busca brindarle a localidad otras herramientas, pero también respetando sus tradiciones. Los conocimientos presentados son generales y todo dependerá de las participantes encaminar sus emprendimientos y/o confecciones a lo que cada una considere necesario para su beneficio”, concluyó.