El CEO de Saudi Aramco, Amin H. Nasser, aseguró que la crisis energética global no terminará en el corto plazo, debido a que existe un mal entendimiento del mercado energético internacional, la importancia del sector hidrocarburos y la transición energética.
Durante un discurso en el Foro Schlumberger Digital, realizado en Suiza, Nasser advirtió que después de dos veranos perdidos por el Covid esta semana empieza el otoño “y la crisis energética global promete un invierno más frío y difícil, particularmente en Europa”.
“Cuando los historiadores reflexionen sobre esta crisis, verán que las señales de advertencia en las políticas energéticas globales estuvieron parpadeando en rojo por casi una década”, dijo.
Durante su intervención, el CEO de la petrolera más grande del mundo aseguró que muchos inversionistas del sector insistieron por años que si las inversiones en hidrocarburos caían, el crecimiento de la oferta de petróleo se retrasaría en relación con la demanda, lo que impactaría mercados, la economía global y la vida de la humanidad.
Por otra parte, consideró que los planes de transición energética han sido afectados por escenarios poco realistas y suposiciones fallidas, porque fueron percibidos erróneamente como hechos.
Sin embargo, los hechos mostraron lo contrario, pues la demanda de petróleo y gas volvió a aumentar.
El ejecutivo de Saudi Aramco añadió que el contraste se puede observar en que la energía solar y eólica solo representan 10 por ciento de la generación de energía global y menos de dos por ciento del abasto primario de energía.
“Incluso los vehículos eléctricos representan menos de dos por ciento de la población total de vehículos, y ahora enfrentan altos precios de la electricidad”, añadió.
El directivo señaló que la crisis energética mostró ser una “cadena de castillos de arena que las olas de la realidad han arrasado”.
Señaló que la crisis energética es causada por la inversión insuficiente en petróleo y gas, alternativas insuficientes y la falta de un programa de respaldo.
Consideró que el conflicto en Ucrania es un factor que ha intensificado los efectos de la crisis, pero no es la causa fundamental.
Mencionó que una de las consecuencias de la caída en la inversión en el sector de petróleo y gas será que el consumo mundial de carbón aumente este año a alrededor de ocho mil millones de toneladas.
Por otra parte, los campos petroleros en todo el mundo están disminuyendo en promedio seis por ciento cada año, y más de 20 por ciento en algunos campos más antiguos el año pasado.
“A estos niveles, el simple hecho de mantener estable la producción requiere mucho capital por derecho propio, mientras que aumentar la capacidad requiere mucho más”, dijo.
No obstante, señaló que en el mundo las inversiones críticas en petróleo y gas en grandes proyectos de largo plazo tienden a la baja por factores de “miedo”.
“Este es el momento de aumentar las inversiones en petróleo y gas, especialmente en el desarrollo de capacidades. Y al menos esta crisis finalmente ha convencido a la gente de que necesitamos un plan de transición energética más creíble”, dijo.
Plan de tres pilares
Nasser presentó durante su discurso una propuesta de consenso energético global basado en tres pilares.
El primero de ellos es el reconocimiento por parte de los formuladores de políticas y otras partes interesadas, en el sentido de que aún se requieren suministros de energía convencional, amplios y asequibles a largo plazo.
El segundo paso, dijo, es reducir la huella de carbono en la energía convencional, así como incrementar la eficiencia en el uso de la energía.
El tercer punto es contar con energía nueva con menos carbono, que complemente constantemente a las fuentes convencionales comprobadas.