Ya en el último tramo del gobierno actual, se ven lejanas las metas de producción de hidrocarburos planteadas al inicio de la autonombrada Cuarta Transformación, O sea, bye, bye “autosuficiencia energética”.
Y es que los números no ayudan. Recientemente, el presidente presumió el descenso de las importaciones de crudo, como parte de la estrategia de rescate de la endeudada Pemex.
Pero la Administración de Información de Energía (AIE) de Estados Unidos tiene “otros datos”. Con excepción de mayo de 2020, que con la pandemia cayeron a poco más de 16 mil barriles diarios, las exportaciones de aceite de esa nación hacia México se incrementaron desde 2016 y a la fecha no han bajado. Van de los 30 a más de 40 mil barriles diarios. Previo a ese año habían alcanzado un máximo de 27 mil barriles por día.
A octubre de 2023, la Unión americana envió a México un total de 38 mil 621 barriles diarios promedio.
Y no es por intrigar, pero actualmente ni Pemex, ni SENER publica el volumen de importación de petróleo crudo. ¿Por qué será?
Completaremos autosuficiencia con diésel
Y ya que estamos en el tema de los hidrocarburos, Pemex no logra reducir sus importaciones de productos refinados, especialmente combustibles líquidos. Alrededor de 55 por ciento del mercado interno de gasolinas, diésel y turbosina sigue dependiendo de las importaciones y eso solo contando a la empresa de todos los mexicanos, no a las internaciones privadas.
La semana pasada, el director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, prometió que, ahora sí, a partir del 31 de este enero, la refinería de Dos Bocas –la misma que la ex secretaria Rocío Nahle había anunciado para mediados del año pasado– comenzará su producción con un saque inicial de procesamiento de 243 mil barriles de crudo.
En los pasillos de Pemex dicen que para levantar la producción, el Sistema Nacional de Refinación le apostará al diésel para justificar la recuperación de la tan caída producción de petrolíferos.
Vaya usted alistando la troca para ir a hacer el súper.
La CNH, sin prioridad en la 4T
En la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) hay varios nerviosos porque su órgano de gobierno no podrá sesionar a partir de mañana.
Y es que luego de una emotiva despedida de Néstor Martínez Romero al concluir en diciembre pasado su segundo periodo como comisionado, ya no se alcanza el quórum de ley.
Pero eso no parece preocupar ni estar en la agenda del presidente y su partido, ya que al Senado se le fue el año y no le dio tiempo de nombrar a tres personas para ocupar tres vacantes que estaban pendientes… ni fueron nombradas por el presidente. Y ya son cuatro. Apenas la Comisión de Energía en la Cámara alta avaló la idoneidad de los aspirantes que conformaron las ternas enviadas por el jefe del Ejecutivo federal, pero –con la pena– eso ya no subió al Pleno para el nombramiento de los tres nuevos comisionados.
Para que usted se dé una idea y, aunque no lo crea, todavía está disponible el puesto que ocupaba Gaspar Franco Hernández, quien entró como comisionado en mayo de 2016 y lo dejó en febrero de 2019, ¡hace casi 5 años!
Ni modo, las urgencias del sector no son necesariamente las del gobierno federal.