Con información de la agencia EFE
Ravil Maganov, presidente de la petrolera rusa Lukoil, falleció el jueves, después de caer por una ventana del Hospital Clínico Central de Moscú, donde estaba ingresado, de acuerdo con las agencias rusas Interfax y TASS.
La agencia TASS indicó, citando a fuentes de las fuerzas del orden, que el suceso ocurrió a las siete de la mañana, tiempo de Moscú y que se trata de “una muerte por suicidio”. Oficialmente, la causa no ha sido establecida y las investigaciones continúan.
El directivo tenía 67 años de edad y estaba ingresado en el hospital por un ataque cardiaco, al tiempo que tomaba antidepresivos, de acuerdo con la fuente que retomó la agencia TASS.
El presidente de Lukoil trabajaba desde 1993 en la petrolera en puestos ejecutivos. Fue primer vicepresidente ejecutivo y supervisó las exploraciones y producciones.
Apenas hace dos años, la junta directiva de Lukoil nombró a Maganov como presidente en lugar de Valeri Greifer, quien falleció en abril de ese año.
TASS añadió que el empresario era el hermano del director general de Tatneft, Nail Maganov, y se convirtió en uno de los fundadores de la mayor empresa petrolera privada de Rusia.
Lista sospechosa
Sin embargo, el fallecimiento de Maganov no es un hecho aislado, pues se unió a una lista de empresarios rusos vinculados que han muerto en circunstancias sospechosas, y que tienen vínculos con empresas energéticas rusas.
El 30 de enero de este año, la cadena rusa RenTv informó de la muerte de Leonid Shulman, jefe de transporte de Gazprom Invest, al tiempo que la agencia estatal rusa RIA Novosti informó que se encontró una nota de suicidio en la escena, aunque el cuerpo, según los reportes, estaba cubierto de puñaladas.
Para el 25 de febrero, Alexander Tyulakov, otro alto ejecutivo de Gazprom fue encontrado sin vida, presuntamente también por un suicidio en su garaje. Algunos reportes publicados por el diario ruso Novaya Gazeta apuntaban a que el cuerpo tenía marcas de golpes.
Por su parte, el multimillonario ruso de origen ucraniano Mikhail Watford fue encontrado muerto en su casa de Surrey, Inglaterra, el 28 de febrero. La policía local explicó a la cadena CNN que la muerte está siendo investigada por un forense y que se presentaría un informe el 29 de julio.
Además, Vasily Melnikov, dueño de la empresa de suministros médicos MedStom, fue encontrado muerto junto a su familia en Nizhny Novgorod a finales de marzo, según reveló el periódico ruso Kommersant.
En los días posteriores al incidente, el Comité de Investigación dijo que “no había signos de entrada no autorizada en el apartamento” y que “se encontraron e incautaron cuchillos”. Y advirtió que “los investigadores están considerando varias versiones de lo sucedido, incluyendo el asesinato de los hijos y la esposa por el jefe de la familia, seguido de una muerte autoinfligida”.
Vladislav Avayev, exvicepresidente de Gazprombank, fue hallado muerto con su mujer y su hija en su departamento en Moscú el 18 de abril, según la agencia estatal rusa Tass, que afirmó que se está investigando el caso como un asesinato-suicidio. Su entorno de amigos cuestionó que se haya tratado de un crimen de celos, como afirmaron los investigadores, y resaltan que tenía acceso a secretos financieros.
Un día después, el 19 de abril, Sergey Protosenya, ejecutivo del productor de gas Novatek, que es parcialmente propiedad de Gazprom, fue encontrado muerto al norte de Barcelona y los cuerpos de su mujer y su hija fueron hallados en las proximidades, según informó la CNN.
El mismo mes, Yevgeny Palant, un multimillonario del sector de teléfonos móviles, fue encontrado sin vida junto a su esposa con heridas de puñaladas y la versión de los medios oficialistas apuntó a que la mujer lo mató y luego se suicidó cuando él le dijo que la dejaría.
Un mes después, el multimillonario Alexander Subbotin, de 43 años, quien fue alto ejecutivo de Lukoil, también fue encontrado muerto en mayo después de “seguir el consejo de los chamanes”. Una teoría es que fue envenenado con veneno de sapo que provocó un ataque al corazón.
A inicios de julio, Yuri Voronov, un ejecutivo ruso vinculado al gigante energético Gazprom de 61 años, apareció sin vida en su lujosa mansión en las afueras de San Petersburgo, con una bala en la cabeza, flotando en el agua y con una pistola cerca.