(Foto: Pemex)
Es necesario descongelar la reforma energética y cambiar el modelo de negocio de Petróleos Mexicanos (Pemex) para poder atraer las inversiones que necesita el país, consideró Gabriela Siller, directora de Análisis Económico en Grupo Financiero BASE.
Al hablar de las perspectivas de inversión y financieras en el sector energético para la administración de Claudia Sheinbaum Pardo, la analista subrayó que la situación de la petrolera es insostenible principalmente debido a su elevada deuda, además del retiro de su grado de inversión por parte de las agencias calificadoras.
“Con Pemex se tiene que arreglar el modelo de negocio. Una forma de empezar a arreglarlo es permitir al sector privado entrar a hacer inversiones, que sería básicamente descongelar la reforma energética”, comentó para Energía a Debate.
Otra opción radical sería la venta de activos de la petrolera, por ejemplo, la refinería de Deer Park, ante la amenaza para las finanzas públicas y la calificación crediticia del soberano.
De acuerdo con los análisis de BASE, desde el inicio de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, el grado de la calidad crediticia de Pemex cayó de Grado Medio Inferior en el que se encontraba en 2018, a Altamente Especulativa, en los casos de las agencias Fitch Ratings y Moody’s, con datos a julio de 2024.
Por su parte, S&P Global la ha mantenido en Grado Medio Inferior con descenso de un escalón.
Moody’s ha sido más radical, pues degradó a la petrolera de ‘Baa3’ a ‘B3’, además con una perspectiva Negativa desde febrero de este año, en tanto que Fitch Ratings la pasó de ‘BBB+’ a ‘B+’ en el mismo periodo.
Fitch y S&P mantienen la perspectiva como “Estable”.
“No tiene grado de inversión, es como estar reprobado. No le van a prestar dinero, o se lo van a prestar a una tasa altísima”, comentó Siller.
Desde la perspectiva de la especialista en el sector financiero, lo anterior ha llevado a que la administración de López Obrador haya canalizado recursos federales a Pemex, como parte de su política de “rescate” de las empresas de energía del Estado, incluyendo a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Con una deuda de 101.5 mil millones de dólares, o 1 billón 825.6 mil millones de pesos, al cierre del primer trimestre de 2024, la administración actual ha canalizado recursos a la petrolera por 952 mil millones de pesos entre 2019 y abril de 2024, de los cuales 561 mil millones se han destinado al pago de deuda, reconoció su director general Octavio Romero Oropeza en mayo pasado.
El gran reto para Sheinbaum Pardo es que deberá recabar 1 billón 371 mil millones de pesos en aportaciones patrimoniales y una reducción del Derecho por la Utilidad Compartida (DUC) tan solo para Pemex, según estimó recientemente el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Esos recursos, dijo Siller, deberán complementarse necesariamente con inversión privada.
Ideología y reforma al Poder Judicial
Gabriela Siller consideró que, a pesar de que hay buenas perspectivas para atraer inversión extranjera directa (IED) al país en los próximos años, toda vez que Claudia Sheinbaum ha llevado durante su carrera profesional temas de medio ambiente y energía renovable, sí hay cierta cautela por la “bandera ideológica” que defiende en el debate sobre la soberanía energética que ha promovido el actual jefe del Ejecutivo federal.
“Ahorita sigue la narrativa de la misma idea de la administración del presidente López Obrador, pero yo creo que a partir del 1 de octubre sí veremos un cambio”, confió.
Otros riesgos a la inversión son la reforma al Poder Judicial que también promueve el actual mandatario y que seguramente será aprobada por la nueva Legislatura en el Congreso de la Unión a partir de septiembre próximo, además de la desaparición de los órganos reguladores autónomos y la reforma al Instituto Nacional Electoral (INE).
“[Está] la posible desaparición de los órganos autónomos que será como quitar un árbitro del juego. Está también la reforma al INE que pondría en juego la democracia de nuestro país en el futuro”, advirtió.
Por lo pronto, Siller destacó que este año se ha presentado una desaceleración económica del país, la cual será más profunda en 2025, según sus proyecciones.
“El siguiente año vamos a ver una desaceleración más profunda y con esto se van a ver afectados los ingresos tributarios del gobierno federal, por lo tanto, la ayuda a Pemex va a ser más difícil”, concluyó.