México ocupa el lugar número 68 de un total de 120 países en cuanto a su avance en Transición Energética, según el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con el Índice de Transición Energética (ETI, en inglés), México tiene en 2023 un puntaje de 54.1, ubicándose 2.2 por debajo del promedio que es de 56.3 puntos, esto según se desprende del informe “Fostering Effective Energy Transition” (Fomentando una Transición Energética Efectiva), edición 2023, difundida por el organismo internacional este jueves.
El reporte considera como plazo de estudio de 2014 a 2023, en el cual México ha tenido un buen desempeño en cuatro de cinco indicadores: intensidad en CO2; emisiones de CO2 per cápita; participación en electricidad, y capacidad de energía renovable. En donde obtuvo mal puntaje fue en el indicador referente a la intensidad energética.
En el periodo, México tuvo una ganancia de 1.99 puntos; sin embargo, aun con ello, en el último tramo –de 2022 a 2023–, el progreso del país cayó, junto con Catar.
El WEF explicó que, de los 120 países incluidos en el informe, 113 han progresado en la última década, pero solo 55 han mejorado sus puntajes en más de 10 puntos porcentuales.
En particular, abundó, los grandes centros de demanda emergentes, como China, India e Indonesia, han visto estas mejoras, pero solo 41 países han logrado avances constantes durante la última década, entendiendo como como mejoras de desempeño consistentemente superiores al promedio en el ETI.
De los 55 países que han mejorado sus puntajes, 14 son de Europa emergente y en desarrollo, Asia emergente y en desarrollo, y América Latina y el Caribe, detalló, pero Catar y México, por poco, quedan fuera de este grupo.
“Catar y México por poco se pierden de entrar en esta categoría; lograron avances constantes hasta 2023, cuando su progreso cayó por debajo del promedio. Estas ideas demuestran la dificultad de mantener el progreso y la complejidad inherente de la transición energética”, apuntó el Fondo.
Aun con ello, el documento destaca que en los últimos años, México junto con otros países, ha exhibido un “sólido entorno regulatorio” para acelerar una transición equilibrada.
“Si bien la mayoría de los países tienen un sólido entorno de políticas favorables con respecto al acceso a la energía, ese entorno no es tan sólido para las políticas que permiten escalar la capacidad renovable o inducir la eficiencia energética. Además de un conjunto de economías europeas avanzadas líderes, Corea del Sur, India, México y Hungría han exhibido recientemente un sólido entorno regulatorio propicio para acelerar una transición equilibrada”, dijo el reporte.
Para el WEF, las soluciones avanzadas para acelerar la Transición Energética incluyen al hidrógeno, combustibles de aviación sostenibles, energía nuclear avanzada, almacenamiento, carbono y gestión de la demanda, aprovechamiento, gestión y uso de energía limpia en todo el sistema energético.
Como facilitadores clave de la transición energética, todo ello ayuda a abordar la intermitencia de la energía renovable, permite la electrificación del transporte y la industria, mejora la eficiencia del sistema, descarboniza sectores difíciles de reducir y eliminan el CO2 de la atmósfera, agregó.
Citó cifras de la Agencia Internacional de Energía (AIE) que estima que se invertirán alrededor de 2.8 billones de dólares en energía en 2023, y de 1.7 billones se destinarán a energía limpia, incluida la energía renovable, nuclear, redes, almacenamiento, combustibles de bajas emisiones, mejoras de eficiencia y uso final de energías renovables y electrificación.
El reporte del WEF consideró que, después de una década de progreso, la Transición Energética global se ha estancado en medio de la crisis energética y las volatilidades geopolíticas.
Para llegar a esta conclusión, el Índice de Transición Energética, que compara a esos 120 países en el desempeño de su sistema energético actual y en la preparación de su entorno propicio, encontró que, si bien ha habido un amplio progreso en energía limpia y sostenible, existen desafíos emergentes para la equidad de la transición –acceso asequible a la energía y desarrollo económico sostenido–, debido a que los países cambiaron su enfoque hacia la seguridad energética.