El Banco de México advirtió que la compleja situación fiscal y las calificaciones de Pemex ponen en riesgo la calidad crediticia del país.
En la minuta sobre política monetaria, uno de los subgobernadores del Banxico alertó sobre el mayor costo financiero que podría enfrentar la empresa y sobre las necesidades para cubrir el financiamiento de corto plazo.
Un segundo miembro de la Junta de Gobierno mencionó que las múltiples bajas de la calificación de Pemex, que sucedieron entre enero de 2019 y julio de 2023, son una advertencia sobre el deterioro financiero de la empresa.
Además, mencionó que la falta de inversión en mantenimiento, los cambios de estrategia de negocios, así como la perspectiva de menores inversiones en capital, aumentan la dependencia de los recursos finales.
Esto podría ser un riesgo para la calificación de la deuda soberana y agregó que el sistema bancario mexicano tiene una exposición significativa a Pemex.
Un tercer subgobernador dijo que la baja en la calificación de la petrolera tuvo un impacto limitado en los estados financieros, pues las primas de riesgo soberano se mantuvieron sin cambios.
Sin embargo, consideró que la situación financiera de Pemex podría afectar la estabilidad financiera y el tipo de cambio.
Esos factores, dijo el subgobernador, refuerzan la conveniencia de mantener la postura monetaria en terreno restrictivo durante el periodo de plantación, pues además de reducir la convergencia de la inflación, sino para administrar los riesgos asociados con la trayectoria de la inflación.