Redacción con información de agencias
La mezcla mexicana de petróleo de exportación (MME) cerró la jornada de ayer en 60.63 dólares por barril (db), un brinco de 2.73 db, o 4.71%, de los 57.90 db que reportó al cierre de la jornada anterior.
Con el alza experimentada en la tarde del miércoles de esta semana, la MME revirtió la tendencia a la baja que había comenzado desde el pasado 11 de marzo, cuando alcanzó su mayor pico al cotizar los 64.48 db, la máxima hasta el momento desde principios de enero de 2021, cuando los precios internacionales presentaron una recuperación ante la producción y distribución de las vacunas contra el COVID-19.
Por su parte, el West Texas Intermediate (WTI) cerró el día de ayer en 63.11 db, ligeramente por debajo de los 63.15 db, mientras que el referencial Brent del Mar del Norte se encontraba en los 66.61 db, con una leve variación positiva de apenas 0.05%.
Analistas destacaron que los precios internacionales del petróleo se han mantenido estables en lo que va del mes, por encima de la barrera sicológica de los 60 dólares por unidad.
De hecho, el cierre de ayer representa el más alto en un mes, manteniendo los precios estables, en parte por la contracción de los inventarios en los Estados Unidos, lo que alienta las esperanzas de una recuperación en la demanda mundial, consideró Bloomberg.
La Asociación Nacional de Corredores de Valores Automatizado de Cotización (NASDAQ, por sus siglas en inglés) señaló que los precios de los crudos referenciales llegaron a su pico máximo el día de ayer, impulsados por la revisión hacia el alza de las previsiones de la demanda mundial por parte de la Agencia Internacional de Energía (AIE).
La AIE reportó que los inventarios de petróleo crudo tuvieron un retiro de los 5.9 millones de barriles, mucho mayor de lo esperado, en vez de una reducción estimada de 2.4 millones, lo que significa que la demanda está repuntando.
En su reporte mensual dado a conocer el día de ayer, la Agencia apuntó que las previsiones de una economía más fuerte y los “robustos” indicadores de la demanda de petróleo mundial significan que esta crecerá unos 230,000 barriles diarios más rápido que en las previsiones anteriores.
Lo anterior despeja los temores de los comercializadores de petróleo crudo en el sentido de que la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de incrementar la producción podría haber saturado el abasto del energético.
Así, los negocios del mercado petrolero en el mundo están elevando las compras de combustibles y de ‘commodities’ energéticos anticipándose para una mayor actividad de los consumidores ahora que más economías en el mundo se están reabriendo después de las restricciones.