Redacción, con información de Reuters / Energía a Debate
La Agencia Internacional de Energía (AIE) redujo este día su estimación sobre el consumo mundial de petróleo para 2020 en 8.1 millones de barriles diarios (mbd), debido principalmente a los ya acotados viajes aéreos producto de las restricciones ante la pandemia del coronavirus.
La previsión de la AIE se suma al ajuste que hizo el día de ayer la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en la demanda mundial del crudo que caerá en 9.06 mbd este año, un aumento en la estimación de 1.22% con respecto a los 8.95 mbd que la Organización había previsto el mes pasado.
En cuanto a los precios del petróleo, este jueves se mostraron estables. El Brent del Mar del Norte bajó 12 centavos, solo 0.3%, para quedar en 45.31 dólares por barril (USD/b), en tanto que el precio del West Texas Intermediate (WTI) se redujo 0.2%, unos 7 centavos de dólar, para ubicarse en los 42.60 USD/b.
“El mercado petrolero está disfrutando cierta calma por las semanas de verano boreal, como si estuviera haciendo una pausa de los tiempos turbulentos que hemos tenido este año”, dijo Norbert Norbert Rücker, analista del banco suizo Julius Baer, citado por Reuters.
Asimismo, no se esperan decisiones apresuradas sobre los recortes en la producción mundial cuando se reúnan los miembros de un comité de seguimiento de la OPEP y sus aliados, conocido como OPEP+, la próxima semana, dijo el ministro de Energía ruso, Alexandr Novak, reportó la agencia noticiosa.
Los países que se encuentran actualmente en total paro por la contingencia del COVID-19 han experimentado un declive en la demanda de energía de 25% en promedio, mientras que las naciones con un paro total han tenido 18% en el mismo rubro, según el más reciente informe “Global Energy Review” 2020 de la AIE.
Indicó que aún se encuentran evolucionando las implicaciones de la pandemia para los sistemas energéticos y la transición a la energía renovable, aunque hay tres áreas que en particular sobresalen:
1.- La seguridad energética sigue siendo la piedra angular de las economías, especialmente durante los tiempos turbulentos.
2.- La seguridad eléctrica y los sistemas energéticos resilientes son más indispensables que nunca para las sociedades modernas.
3.- Las transiciones a energías limpias deben encontrarse en el centro de la recuperación económica y de los planes de estímulos.