Redacción / Energía a Debate
La propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador de extraer petróleo solo para satisfacer la demanda nacional y dejar de vender al extranjero no es una política del todo acertada, pues México tiene compromisos financieros en dólares y, al ser la venta de crudo al exterior la tercera fuente de recursos del país, se generarían mayores perjuicios que beneficios, asegura Daniel Aranda, Socio de Foley Gardere Arena abogado experto en el sector energético.
En lo que se refiere a la promesa de construir una nueva refinería en Dos Bocas, Tabasco, el especialista opina que es poco realista plantear que podría estar operando en tres años, por lo que sería un error apostar por este proyecto en lugar de invertir en la reconfiguración de las seis refinerías existentes, lo cual bastaría y sobraría –en línea con lo que busca el presidente– para cubrir la demanda doméstica de combustibles.
Aranda advierte que si Pemex, cuyo grado de inversión está en riesgo según las calificadoras Fitch Ratings y Moody’s, no invierte de manera inteligente en negocios que le son rentables, el mercado podría castigar dicha decisión.
Asimismo, subraya que Pemex es una empresa productiva del Estado y si se decide a enfocarse solo en la demanda nacional “lejos de ayudar al país con una empresa fortalecida, vas a tener un Pemex que no va a poder hacer frente a sus obligaciones de pago”, advirtió.
Sobre la decisión de suspender las rondas petroleras hasta el 2021 y las declaraciones de la secretaria de Energía, Rocío Nahle, quien criticó que las empresas beneficiadas con grandes extensiones para extraer crudo no hayan aún obtenido resultados y que estimen hacerlo hasta dentro de cuatro o cinco años, el Socio de Foley Gardere Arena considera que existe un grave desconocimiento de la industria petrolera, pues no se puede pretender que en aguas profundas haya producción en el corto plazo.
Foley Gardere Arena en la Ciudad de México pertenece a la firma Foley Gardere que tiene oficinas en Austin, Dallas y Houston, Texas. Es el resultado de la fusión del 1 de abril de 2108 de las empresas Foley & Lardner LLP y Gardere, Wynne & Sewell LLP.
Foley & Lardner cuenta con más de mil 100 abogados en 24 oficinas en Estados Unidos, México, Europa y Asia.