Redacción / Energía a Debate
Fitch Ratings redujo esta tarde la calificación de México al pasarla de ‘BBB+’ a ‘BBB‘, principalmente por el riesgo a las finanzas públicas que representan los recortes al presupuesto público para financiar a Petróleos Mexicanos, combinado con las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de aplicar un arancel de 5 por ciento a los productos de origen mexicano.
“El costo fiscal de ese apoyo al día –explicó la calificadora refiriéndose a la reducción de la carga fiscal a la petrolera anunciada por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador la semana pasada– representa 0.2 por ciento del PIB al presupuesto en inyecciones de capital y menores impuestos efectivos, pero desde el punto de vista de Fitch, no son suficientes para proporcionar una solución de largo plazo o impedir un deterioro continuo en el perfil crediticio de Pemex”.
Asimismo, la calificadora consideró que la producción de petróleo de Pemex se contraerá en un 5 por ciento entre 2019 y 2020, a la vez que citó que las deudas de Pemex, mayoritariamente externas, alcanzaron en 2018 los 106.7 mil millones de dólares, esto es, 8.7 por ciento del PIB.
“Dado que nuestra expectativa de caso base es que el continuo apoyo a la soberanía se extenderá a Pemex en el mediano plazo a través de una combinación de una menor carga fiscal y/o una mayor inyección de capital, nuestra valoración de las finanzas públicas soberanas es más débil que lo indicado en el rubro Deuda total bruta gubernamental a 42 por ciento del PIB al cierre de 2018”, agregó Fitch.
Al bajo desempeño del crecimiento de la economía mexicana, la calificadora agregó que los riesgos se magnifican por las amenazas del presidente norteamericano de imponer aranceles a México a partir del 10 de junio próximo (comenzando por un 5 por ciento y creciendo 5 por ciento mensual hasta llegar a un potencial 25 por ciento) como represalia por no detener en su territorio los flujos de inmigrantes de América Central hacia territorio de Estados Unidos.
Fitch también menciona que el poco crecimiento que se espera para este año se debe, en parte, a la baja en la producción de petróleo por parte de Pemex y a los débiles niveles de inversión en el sector energético.
“Una baja inflación y mayores salarios (incentivados por el incremento al salario mínimo) deberían incrementar el consumo, pero el sector energético, caracterizado por una tendencia a la caída en la producción de Pemex, y niveles más débiles de inversión reflejando menor confianza de los empresarios, continuará pesando en el crecimiento. La suspensión de las rondas petroleras que habían sido programadas como parte de las reformas al sector energético al parecer ayudan al resentimiento por parte de las inversiones”, apuntó la agencia calificadora.
En enero pasado, Fitch Ratings ya había modificado su calificación para Pemex, bajándola de ‘BBB+’ a ‘BBB-‘, argumentando las pocas acciones de la administración actual para detener el deterioro de la empresa y la insuficiencia de las inversiones anunciadas para su capitalización.