(Gráfica de MarketWatch).
Redacción / Energía a Debate (con información de agencias)
Los petroprecios subieron casi 4 por ciento después de que Estados Unidos llevó a cabo un ataque con misiles lanzados por drones tipo MQ-9 Reaper cerca del aeropuerto internacional de Bagdad (Irak), en el cual fue asesinado el General Qassem Soleimani, el principal comandante de seguridad e inteligencia de Irán, así como Abu Mahdi al-Muhandis, líder de las Fuerzas Populares de Movilización y al menos 4 personas más.
El Pentágono afirmó que el ataque, a primera hora de este viernes 2 de diciembre, fue efectuado “bajo la dirección” del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y “tenía como objetivo disuadir futuros planes de ataque iraníes”. Sin embargo, el máximo líder iraní, Ali Jamenei, prometió venganza después de tres días de luto.
El incremento en los precios del petróleo los lleva a su nivel más alto desde septiembre cuando se efectuó un ataque con drones a instalaciones petroleras de Arabia Saudita. Esta mañana, el crudo West Texas cotizaba cerca de 63.50 dólares por barril, un incremento de 3.7 por ciento, después de cerrar este jueves en 61.18 dólares, pero durante el día el precio cedió un poco para cerrar en 63.04 dólares por barril, un alza de 3.04 por ciento frente al cierre del jueves. También subió el oro y bajaron los mercados accionarios a nivel global.
“El riesgo geopolítico se ha disparado. Esto es más que un golpe sangriento a Irán. Es una demostración agresiva de fuerza y una gran provocación que podría desencadenar otra guerra en Medio Oriente. De hecho, nos estamos despertando a un mundo mucho menos seguro que hace unas horas”, afirmó Stephen Innes, estratega de AxiTrader para los mercados asiáticos, citado por MarketWatch.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos acusó a Soleimani de “desarrollar activamente planes para atacar a los diplomáticos y miembros del servicio estadounidenses en Irak y en toda la región”. Se sostiene que Soleimani encabezó todas las operaciones relevantes de tipo militar y de inteligencia en su país durante las últimas dos décadas, siendo así responsable de la muerte de cientos de soldados de Estados Unidos y sus aliados, y que pudo haber sido el futuro líder supremo de Irán.
La confrontación entre Estados Unidos e Irán se ha ido escalando desde el asesinato de un contratista estadounidense y luego un ataque a la embajada de Estados Unidos en Bagdad, Iraq, a fines de diciembre.
El presidente de Irán, Hasán Rohaní, declaró que Teherán y otras naciones de la región “vengarán” el asesinato del general Qassem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds, la unidad del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán.
“El martirio de Soleimani hará que Irán esté más decidido para resistir el expansionismo de Estados Unidos y defender nuestros valores islámicos. Sin duda, Irán y otros países que buscan la libertad en la región se vengarán”, dijo Rohaní.
El portavoz de la Guardia Revolucionaria, el general de brigada Ramezan Sharif, señaló que los “guardias revolucionarios de Irán, las fuerzas antiestadounidenses vengarán a Soleimani en todo el mundo musulmán”, según Reuters.
Por su parte, el líder supremo de Irán, Alí Jamenei, advirtió que a los “criminales” que mataron a Soleimani les espera una dura venganza. “Todos los enemigos deben saber que la resistencia continuará con una doble motivación y que una victoria definitiva espera a los combatientes en la guerra santa”, indicó Jameneí y anunció tres días de duelo nacional.
Mientras tanto, en Estados Unidos, legisladores republicanos festejaron la muerte de Soleimani. “Es muy sencillo, lo matamos porque era un bastardo malvado que asesinó a estadounidenses”, dijo Ben Sasse, senador republicano para Nebraska. Sin embargo, el diario New York Times, asegura que los legisladores norteamericanos están “muy divididos” sobre el golpe contra los líderes militares iraníes, que refleja un rompimiento de relaciones después de que el gobierno de Barack Obama logró un acuerdo de desnuclearización con el gobierno de Teherán.