Distribuidores de gas licuado de petróleo (gas LP) pidieron que se elimine el control de precios máximos para venta al público, ya que ha limitado las inversiones en el sector y pone en riesgo incluso la seguridad de las instalaciones, equipos, personal y consumidores.
“Que se elimine esta restricción de la regulación de precios máximos, regresar a un mercado abierto. Tener un mercado cerrado nos va a llevar francamente a aspectos en donde tengamos poca inversión, poca competencia y no queremos llegar a esos escenarios”, expresó Luis González, asesor jurídico de la Asociación Mexicana de Gas Licuado y Empresas Conexas (Amexgas).
Este es uno de los principales retos que enfrenta actualmente el sector, aseguró en su participación en el foro “Necesidad de regulación del sector del Gas LP y petrolíferos”, durante la Semana de Combustibles 2023.
Al respecto, Tzirancamaro Figueroa, presidente de la Asociación de Distribuidores de Gas LP (ADIGAS), recordó que la medida del control de precios al público fue impuesta por el gobierno federal en 2021, derivado de que la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) en ese entonces había detectado algunas anomalías en el funcionamiento del mercado del energético, además de que su precio venía incrementándose desde meses atrás, dañando así la economía familiar.
Por ello, el representante empresarial opinó que no solo se deben señalar los aspectos en donde falló el mercado, sino que gobierno e industria trabajen para corregir esos fallos y, eventualmente, eliminar el precio máximo.
“Los precios máximos son solo una medida provisional, estacional, en lo que el gobierno en conjunto con la industria privada logran corregir el mal funcionamiento que se haya detectado en los mercados”, apuntó Figueroa.
Por su parte, Beatriz Marcelino, directora general de Grupo CIITA, dijo que las afectaciones a la industria por la aplicación de la medida de contención de los precios han sido considerables, al grado de que las inversiones han caído.
“Grupos grandes han querido crecer, antes tenían planeadas 10 plantas y 50 estaciones de gas, [pero] con los precios máximos es casi imposible el crecimiento”, manifestó.
Retomó el reclamo que ha expresado la industria desde hace dos años cuando entró en vigor el mecanismo de precios, en el sentido de que se han perdido empleos, se han tenido que “sacrificar” algunas plantas de distribución e, incluso, algunas rutas de reparto.
Añadió que se ha dejado de distribuir el gas en zonas apartadas ante los gastos que representa el desgaste de llantas, el diésel para las pipas y, por si fuera poco, derecho de piso que exigen a los operadores.
“Las autoridades municipales en otros estados piden poner una planta [de gas LP] porque la gente sigue cocinando con leña, con afectación a la salud”, alertó.
Los ponentes coincidieron en que, si no entra dinero para invertir en la propia industria, no solo no crecerá, sino que verá deteriorarse en el mediano plazo por la falta de recursos para mantenimiento, lo que comprometerá la seguridad de las instalaciones y de los usuarios.
La Comisión Reguladora de Energía (CRE) publicó el 29 de julio de 2021 en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el “Acuerdo A/024/2021, que establece la regulación de precios máximos de gas licuado de petróleo objeto de venta al usuario final, en cumplimiento a la Directriz de emergencia para el bienestar del consumidor de gas licuado de petróleo, emitida por la Secretaría de Energía, con la finalidad de proteger los intereses de los usuarios finales”.
Desde entonces, cada seis meses amplía la vigencia del Acuerdo por un plazo similar.
Beatriz Marcelino reconoció que la aplicación de este precio tope ha beneficiado a los consumidores finales.
“Para el consumidor sí, muy bien. El precio del gas ha bajado mucho desde que se dieron los precios máximos”, externó.
A mediados de agosto de 2021, el precio por kilogramo del gas LP en el Valle de México se encontraba en los 21.77 pesos, mientras que el precio por litro estaba en los 11.76 pesos, IVA incluido en ambos casos, según datos de la AMEXGAS.
Al mismo mes de 2023, estos precios bajaron a 16.31 y a 8.81 pesos por unidad, respectivamente. En dos años, estos precios descendieron en 25 por ciento por igual.
Marcelino del mismo modo pidió piso parejo en la regulación de toda la industria de energéticos. Pidió la liberación de permisos por parte de la CRE, la cual está dando curso a unos 500 permisos en materia de venta de petrolíferos en estación de servicio, contra 50 de gas LP.