Los precios internacionales del petróleo cerraron la primera sesión de la semana con una pérdida mayor a tres por ciento en una sesión con alta volatilidad, provocada por una mayor resiliencia en la economía de Estados Unidos.
El mercado internacional el precio del West Texas Intermediate cerró la sesión con una baja de 3.41 por ciento, para acabar el día en 77.25 dólares por barril, mientras que el Brent europeo tuvo una baja de 3.1 por ciento, para ubicarse en 82.92 dólares por cada contenedor.
Al inicio de la sesión se observaron ganancias debido a la noticia de que China está relajando las restricciones de coronavirus lo que puede impulsar la demanda por energéticos.
En segundo término, la OPEP y sus aliados (OPEP+) mantuvieron el recorte de dos millones de barriles al tope de producción, lo que indica que no esperan una mayor contracción de la demanda.
Además, esta semana entró en vigor el programa de prohibición de importaciones de petróleo ruso a través de buques, por parte de la Unión Europea, al tiempo que también entró en vigor el tope de precios a 60 dólares por barril aplicado por el G7 para el crudo ruso.
Sin embargo, estos factores no fueron suficientes para mantener al alza el precio del petróleo, pues el indicador del ISM de servicios en Estados Unidos mostró mejores resultados a los esperados, lo que apunta a que la actividad económica se mantendrá fuerte en ese país.
Este factor, de acuerdo con Gabriela Siller, podría impulsar a que la Reserva Federal de Estados Unidos suba la tasa de interés referencial en 2023 a un ritmo acelerado en un intento para frenar la inflación.
Este factor impulsó al dólar estadounidense, al tiempo que presionó a la baja la demanda por el hidrocarburo.