La organización Iniciativa Climática de México (ICM), presentó el informe Ruta Emisiones Netas Cero para México 2060, desde Sociedad Civil (RENC-SC). De acuerdo con distintos especialistas en materia ambiental, el documento plantea un camino posible de descarbonización por el que México puede reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y llegar a las emisiones netas de cero en 2060, la fecha más cercana posible desde el punto de vista de la factibilidad técnica y financiera.
El Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) ha señalado que, con el fin de evitar los peores impactos del cambio climático, el mundo debe alcanzar emisiones netas cero a mediados de este siglo. Es por ello que la mayoría de los países desarrollados y emergentes han planteado ya sus rutas para alcanzar esta ambiciosa meta.
En la presentación del informe, los especialistas de ICM señalaron que es urgente que México se comprometa ante la comunidad internacional y especifique con detalle y transparencia, cuál será la ruta de descarbonización más ambiciosa posible para que, combinando las mejores políticas nacionales y con apoyo técnico y financiero de los países desarrollados el país transite al desarrollo sustentable que combata el cambio climático.
El documento cuenta con 139 medidas de mitigación para los sectores Agricultura, Silvicultura y otros Usos de la Tierra; Electricidad; Eficiencia Energética; Industria; Petróleo y Gas; Residuos, y Transporte.
La puesta en marcha de estas medidas permitiría que las emisiones netas de GEI de México se reduzcan de las mil 35.2 MtCO2e establecidas en un escenario tendencial, a cero emisiones netas en 2060.
Proponen cambio de política pública
Para alcanzar los objetivos planteados en el documento, ICM señala que es indispensable corregir las políticas públicas de los últimos años y darle prioridad a las energías renovables, como la fotovoltaica y la eólica, por encima de los combustibles fósiles.
En este camino, la energía fotovoltaica a gran escala será la protagonista, pues tendría que incrementar su capacidad instalada poco más de cuatro veces hacia 2030, al pasar de seis gigawatts (GW) a 26.9 GW en 2030.
Además, para 2060, la capacidad instalada deberá de aumentar más de 10 veces en relación con el monto actual, pues para alcanzar el net zero en 2060 debería ubicarse en 63.2 GW.
Por su parte, la energía eólica deberá pasar de 6.5 GW a 17.5 en 2030 y a 73.3 GW para los mismos periodos.
De esta manera, se estima que más de 50 por ciento de la generación de energía eléctrica a nivel nacional provendrá de energías renovables a partir de 2030. Lo anterior debe de ir acompañado de inversiones en la Red Nacional de Transmisión (RNT) para incrementar la capacidad en al menos 10.6 GW y fortalecer las Redes Generales de Distribución (RGD) como una condición habilitadora indispensable.
Además, este escenario propone que a partir de 2027 se dejen de instalar nuevas centrales de generación eléctrica basadas en combustibles fósiles, al considerar que es indispensable la salida justa y progresiva del carbón antes de 2030, así como la eliminación completa del combustóleo a más tardar en 2035.
Asimismo, el consumo de gasolina y diésel en el sector transporte llegará a su máximo en 2026 y se reducirán en 97 por ciento y 87 por ciento respectivamente, para 2060.
Las propuestas también incluyen medidas para reducir las emisiones de metano durante la producción de petróleo, que en total reducirían las emisiones de este gas en 1.3 por ciento con respecto a la línea base para 2060, lo que equivale a 14 MtCO2e.
En materia de gas natural, el estudio prevé que el consumo de este hidrocarburo deberá alcanzar su pico en 2030, para disminuir el consumo a partir de esa fecha, pues considera que apostar por un incremento en el gas natural para atender la demanda creciente de electricidad esperada en los siguientes años, sería un grave error que impediría que México cumpliera sus metas de mitigación a 2030 y que lograra cumplir con la ruta hacia las emisiones netas cero para 2060.
Inversión
En su intervención, Luisa Sierra, directora de Energía de ICM, detalló que la puesta en marcha de esta ruta requiere una inversión total de 6.2 billones de dólares, entre 2023 y 2060; que se traduciría en beneficios por alrededor de 11 billones de dólares, casi el doble de la inversión requerida.
Además, enfatizó que esto es posible ya que 57 por ciento de las medidas de mitigación consideradas en la RENC-SC son costo efectivas. La elaboración de la RENC-SC se hizo mediante un robusto análisis técnico y científico, además de un proceso colaborativo en el que se contó con la participación de representantes de organizaciones de la sociedad civil, grupos de juventudes, academia, sector privado y gobiernos subnacionales.