La Inteligencia Artificial (IA) potencialmente es capaz de solucionar un número importante de problemas del sector energético y ayudar a reducir el consumo mundial, en un escenario en el que la demanda está aumentando, incluyendo el desarrollo de cada vez más centros de datos.
“La IA se está aplicando para pronosticar mejor la demanda de electricidad y la producción de energías renovables, gestionar automáticamente la demanda para que coincida mejor con la oferta, supervisar la infraestructura en busca de fallos y predecir las necesidades de mantenimiento”, expuso la Agencia Internacional de Energía (AIE).
En un informe dado a conocer esta semana, la Agencia enlistó de forma general la complejidad de los sistemas energéticos a nivel mundial, ya que es “rico en datos y dinámico”.
Refirió que en el mundo hay alrededor de 75 mil centrales eléctricas, casi 80 millones de kilómetros de líneas de distribución y de transmisión de electricidad, 1,400 millones de automóviles, 900 mil kilómetros de ductos de gas natural, 1,500 millones de unidades de aire acondicionado y 1,200 grandes plantas siderúrgicas, por mencionar algunos.
“Este tipo de activos e infraestructuras operan en entornos desafiantes y cambiantes en los que deben adaptarse a las fluctuaciones de la oferta y la demanda”, comentó.
Agregó que hoy en día una serie de tendencias están aumentando todavía más la complejidad del sistema energético. Por ejemplo, las energías renovables variables y la generación distribuida están aumentando su participación en la generación mundial de electricidad, al tiempo que tecnologías, como las bombas de calor y los vehículos eléctricos, están afectando los patrones de demanda de energía.
Mientras tanto, agregó, la digitalización está aumentando drásticamente la cantidad de datos generados por el sistema energético, al tiempo que el cambio climático está creando riesgos climáticos extremos más frecuentes e intensos.
Por lo anterior, en su estudio “Inteligencia Artificial. Una tecnología transformadora con importantes implicaciones para la energía”, la Agencia consideró necesario construir un sistema energético más optimizado, con base en la IA.
Aumentan los centros de datos
La AIE indicó que en 2022 los centros de datos, o Data Centers, representaban “colectivamente” alrededor de 1 por ciento de la demanda mundial de electricidad, sin considerar las redes de datos y la llamada “minería de criptomonedas”.
Pero en las grandes economías, como Estados Unidos, Reino Unido, la Unión Europea y China, esta proporción aumentaba entre 2 y 4 por ciento.
A nivel más local, la Agencia apuntó que en cinco estados de la Unión americana el consumo eléctrico de los Data Centers ya ha superado el 10 por ciento de la demanda total en cada caso, mientras que en Irlanda la participación de los centros de datos en la demanda eléctrica ya es de más de 20 por ciento.
“Hoy en día, los grandes centros de datos pueden consumir tanta electricidad como una acería con horno de arco eléctrico, pero suelen estar mucho más concentrados espacialmente que otras infraestructuras que consumen mucha energía de forma similar”, señaló.
En estos escenarios, la Agencia manifestó que la revolución de la IA está siendo impulsada por las rápidas mejoras en el costo y el rendimiento del hardware informático, como la caída de los costos de las unidades de procesamiento gráfico (GPU), la explosión de datos impulsada por Internet y la mejora continua en los algoritmos utilizados para entrenar modelos de IA.
“Si bien la innovación avanza muy rápidamente, las perspectivas de las capacidades de la tecnología y su adopción siguen siendo inciertas”, concluyó.