En el complejo contexto comercial de América del Norte, los países miembros del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC) enfrentan desafíos significativos que requieren voluntad política, diálogo y cumplimiento estricto de las reglas pactadas para preservar esta relación clave.
Según Orlando Pérez Gárate, vicepresidente de la Comisión de Comercio Internacional de la International Chamber of Commerce (ICC) México, el fortalecimiento del TMEC depende de un esfuerzo conjunto de los tres países que lo conforman para evitar políticas proteccionistas y garantizar la estabilidad de las cadenas de suministro en la región.
“El compromiso es que los tres países deben cumplir con las reglas a rajatabla. Cambiar las disposiciones es válido siempre que sea para mejorar la competitividad, pero no para imponer barreras encubiertas que distorsionen el comercio o violenten los acuerdos establecidos”, afirmó Pérez Gárate.
Recientemente, el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con imponer aranceles de 25 por ciento a los productos provenientes de México como represalia ante temas no comerciales, como la introducción de fentanilo en territorio norteamericano, migración y seguridad.
Como respuesta, su contraparte mexicana, Claudia Sheinbaum Pardo, en una carta abierta hizo un llamado a la cooperación y al entendimiento recíprocos ante los desafíos de ambas naciones en los rubros expuestos por el mandatario estadunidense.
Trump proteccionista
Con la llegada de Donald Trump nuevamente a la presidencia de Estados Unidos, conocido ampliamente como “el Señor Aranceles” por su agresiva política comercial en su primer mandato, según recordó Pérez Gárate, México enfrenta una administración inclinada hacia medidas proteccionistas.
En charla con Energía a Debate, el funcionario de ICC México subrayó que este enfoque “no es acorde con el tratado, que prohíbe aumentos arancelarios salvo en casos muy excepcionales”. Además, insistió en que las amenazas pueden desestabilizar las relaciones entre los tres socios, afectando la confianza necesaria para que el TMEC funcione de manera efectiva.
En su mandato anterior, Trump renegoció el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), lo que resultó en la implementación del TMEC en 2020. Durante esa renegociación, se destacó su insistencia en modificar las reglas de origen y otras disposiciones que endurecieron las condiciones para México, especialmente en sectores como el automotriz.
El factor chino
Otro de los puntos que ha causado malestar en la relación de México con los tres países es el amplio contenido de insumos de origen chino en los productos acabados que exporta México hacia sus dos socios comerciales de América del Norte.
Al respecto, Orlando Pérez explicó que es compatible que un país reciba insumos de cualquier otra región, sea de Latinoamérica, Asia, o la propia China, para posteriormente introducirlos en un proceso de transformación sustancial para obtener el producto a exportar, con el beneficio arancelario correspondiente en territorio de un socio comercial.
“A lo mejor, lo que Estados Unidos ha tratado de señalar es que hay otra serie de productos que vienen de la región de Asia y que eluden medidas arancelarias que ha impuesto para castigar a China o por otras políticas que ellos tengan, pero no creo que tenga que ver necesariamente con las reglas de origen que prevé el tratado”, comentó.
Cabe recordar que el ex presidente norteamericano Joe Biden elevó los aranceles a diversos productos provenientes de México, entre ellos vehículos eléctricos y paneles solares, bajo el argumento de que excedían su contenido de partes chinas.
“La realidad es que los tres países pueden traer insumos fuera de la región, hacer un proceso de producción, una transformación sustancial y esos productos deben de tener ese beneficio”, agregó Pérez Gárate.
Un socio confiable
Al tocar el tema de los constantes cambios en la regulación durante la administración del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, la reforma al Poder Judicial y la desaparición de la autonomía de los organismos reguladores, como los del sector energético, Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), además de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), Pérez Gárate subrayó en la importancia de que México se muestre como un socio confiable.
“Es importante que México muestre que sigue siendo un socio confiable, competitivo e innovador, y que promueve la integración en América del Norte”, aseguró.
Sin embargo, apuntó, las políticas internas recientes han generado incertidumbre.
Precisó que los países pueden realizar cambios en sus marcos legales cuando lo consideren conveniente, pero procurando no violentar ningún compromiso previo.
“Yo creo que esa es la parte más difícil y ahí está el detalle fino donde quizá México se ha quedado corto, u otros países, incluyendo nuestros socios comerciales Estados Unidos y Canadá, han discutido en sus propios congresos iniciativas que han generado también cuestionamientos de otros socios”, expresó.
Por ello, afirmó que México tiene mucho trabajo por hacer para restablecer la su imagen como un país confiable.
Riesgos de Abandonar el TMEC
Ante cualquier eventualidad de que México considere salir del TMEC, Orlando Pérez advirtió sobre las severas consecuencias económicas.
“Perderíamos el acceso preferencial al principal mercado de exportación de México, que es Estados Unidos. Eso implicaría que muchos productos mexicanos enfrentarían aranceles más altos, haciendo nuestras exportaciones menos competitivas”.
Este escenario también impactaría a los consumidores mexicanos, ya que los aranceles más altos a productos estadounidenses encarecerían bienes importados.
“El comercio no se frenaría, pero se perderían las ventajas que hacen que las cadenas de suministro sean tan integradas y eficientes”, añadió.
Por otro lado, la salida del TMEC podría empujar a México a fortalecer sus lazos con otros bloques comerciales, como América Latina o la Unión Europea.
Pero aclaró que es poco probable que el TMEC se disuelva o que México quede fuera, toda vez que la diversificación no ocurre de la noche a la mañana, especialmente considerando la alta concentración del comercio mexicano con América del Norte.
El futuro del TMEC
El camino a seguir requiere que los tres países reafirmen su compromiso con las normas del TMEC y eviten decisiones que puedan percibirse como proteccionistas.
“La voluntad, el diálogo y la decisión de tomar medidas compatibles con el tratado son esenciales para que el TMEC siga generando los frutos que ha producido durante tantos años”, concluyó Portes Gante.