La Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) señaló que el consumo mundial de carbón empezará a bajar de forma paulatina a partir de 2026, debido a que las energías renovables aumentarán su presencia en la matriz internacional.
El organismo detalló que en dos años la demanda mundial de carbón bajará 2.3 por ciento de 2026, en comparación con el cierre del año anterior.
Esto ocurrirá incluso cuando los gobiernos no apliquen políticas internas energéticas y climáticas que impulsen la transición.
Esta es la primera vez que el pronóstico de la IEA prevé una disminución en el consumo mundial de carbón.
La mayor parte de las renovables se presentarán en China, que al mismo tiempo representa más de la mitad de la demanda mundial de carbón.
“Esto podría marcar un punto de inflexión histórico. El carbón es actualmente la mayor fuente de energía para la generación de electricidad, la siderurgia y la producción de cemento, pero también la mayor fuente de emisiones de carbono procedentes de la actividad humana”, destaca.
No obstante, el consumo mundial se mantendrá por encima de ocho mil millones de toneladas anuales hasta 2026.
Urge acelerar
El organismo que dirige Fatih Birol señaló que para reducir las emisiones a un ritmo que permita alcanzar las metas establecidas en el Acuerdo de París, es necesario reducir la presencia del carbón de forma más acelerada.
La demanda mundial de carbón aumentó 1.4 por ciento el año pasado, superando ocho mil 500 millones de toneladas.
El organismo aclaró que el aumento general ocultó diferencias muy profundas entre la demanda de cada región: el año pasado el consumo apuntaba a una reducción de 20 por ciento tanto en la Unión Europea como en Estados Unidos.
Esto contrasta con un incremento de ocho por ciento en India y cinco por ciento en China, provocado por la creciente demanda de electricidad y a la débil producción hidroeléctrica.