La embajada del Reino Unido en México recomendó definir y establecer una Estrategia Nacional en Inteligencia Artificial, así como crear la Agencia de Desarrollo Digital, Innovación e IA de México.
En un documento elaborado por el Fondo de Colaboración y Estándares Tecnológicos del Ministerio de Relaciones Exteriores, de la Mancomunidad de Naciones y Desarrollo (FCDO) del Reino Unido, la embajada destacó el avance que ha tenido esta tecnología en los sectores públicos y privados, por lo que es necesaria la creación de una Agencia y una Estrategia que estén “fuertemente” articuladas con la Estrategia Digital Nacional.
“Con el avance acelerado de la inteligencia artificial veremos cómo aumenta gradualmente el uso de sistemas de IA en el sector público y privado, en distintos sectores: telecomunicaciones, educación, trabajo, salud, turismo, movilidad, servicios financieros, entretenimiento, entre muchos otros”, sustentó.
Lo anterior está planteado en el documento “Panorama de la Inteligencia Artificial en México: Hacia una estrategia nacional y la relevancia del sandbox”,difundido por la embajada la semana pasada.
Respecto a la Estrategia, la representación británica consideró como fundamental institucionalizar a la autoridad responsable del diseño, ejecución y evaluación de la Estrategia, así como incorporar los principios éticos, valores, y mejores prácticas y estándares internacionales en la materia.
También propuso promover la colaboración con los diversos actores involucrados, como gobierno, sector privado, academia, sociedad civil y población en general), además de impulsar la investigación, el desarrollo y la innovación.
Respecto a la inversión, planteó un esquema público-privado en IA y resaltó la protección de los derechos de las personas usuarias, así como las obligaciones y responsabilidades de desarrolladores y proveedores de sistemas de IA.
En cuanto a la Agencia, la embajada subrayó en la necesidad de que el organismo aproveche las ventajas que ofrecen las distintas tecnologías emergentes relacionadas con la IA.
“Se considera fundamental crear una Agencia de Desarrollo Digital, Innovación y Tecnologías Emergentes (ADDyTE) que incorpore y establezca las bases del desarrollo digital, la innovación como proceso permanente y aproveche las tecnologías emergentes como IA, blockchain, metaverso, robótica, 5G, cómputo en nube, entre otras”, añadió el documento.
Incluso sugirió el perfil de la persona que deberá liderar la Agencia.
“Debe estar al más alto nivel del ejecutivo federal, en la Oficina de la Presidencia de la República, y contar con capacidad para coordinar a las dependencias y entidades del gobierno federal, así como para colaborar con los otros Poderes de la Unión, gobiernos locales, órganos autónomos constitucionales y los sectores privado, académico y social. La Agencia deberá fomentar la colaboración con otros actores y la cooperación internacional, entre otros aspectos”, expuso.
En el orden institucional, la embajada planteó el fortalecimiento de las capacidades de otros organismos reguladores, como el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
“A los organismos constitucionalmente autónomos se recomienda la creación de áreas de ‘desarrollo digital, innovación e IA’ con el objetivo de que asuman el liderazgo de la innovación y el uso de tecnologías emergentes como la IA en el desempeño de sus funciones, así como mejorar la eficiencia de los procesos de las diferentes áreas”, agregó.
El estudio, asimismo, desplegó un listado de recomendaciones a los distintos agentes que estarían involucrados tanto en la Estrategia, como en las actividades de la Agencia, como el Ejecutivo federal, los organismos reguladores, el Congreso, organismos empresariales, academia y sociedad civil.
“Es evidente que la IA brinda un campo fértil para oportunidades de desarrollo, pero al mismo tiempo, su aplicación implica un conjunto de desafíos políticos, tecnológicos, éticos, jurídicos y socioculturales”, apuntó la embajada.