En un escenario de transición energética soberana, México podría evitar un consumo final de energía de 16 por ciento para el año 2024 y de casi 35 por ciento para el 2040, según estimaciones de la Secretaría de Energía (Sener).
Lo anterior, si los sectores de consumo final adoptaran las tecnologías más eficientes y los esquemas que incentivan el uso óptimo de la energía que se encuentran disponibles en el país, como la electromovilidad en el transporte, explicó.
Este jueves, la dependencia a cargo de Rocío Nahle García publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el Programa Nacional para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía (Pronase) 2020-2024.
Para la proyección del consumo energético final presentado en el documento, la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee) entregó a la Sener una prospectiva en dos escenarios.
El primero se sustenta en una línea base, o inercial, con tecnología y consumo en el mismo modo en que se hace actualmente. El segundo escenario considera una transición energética soberana.
Este último cuenta “con el potencial técnicamente factible de ahorro de energía de México y la contribución que la eficiencia energética podría tener hacia el futuro para estabilizar el crecimiento del consumo final de la energía”, de acuerdo con el Programa.
La Sener también explicó que para la realización de las proyecciones, se tomaron como punto de partida escenarios producidos por la dependencia con variables macroeconómicas a nivel nacional y sectorial hacia el 2050, incluyendo los precios del petróleo.
En el caso del crecimiento poblacional, detalló que se consideró el escenario único publicado en septiembre de 2018 por el Consejo Nacional de Población (Conapo), para lo cual se usó la variable población a mitad de cada año de la base de datos de proyecciones de población de México y de las entidades federativas 2016-2050.
Con estos datos, en el escenario base, de continuar con las políticas anteriores en materia de aprovechamiento sustentable de la energía, México seguirá incrementando su consumo final hasta llegar a los 6 mil 182 petajoules (PJ) en 2024.
Lo anterior derivado de una mayor demanda de energía en los sectores residencial, transporte, industrial, agropecuario y comercial y de servicios. De manera inercial, este consumo se ubicaría en los 8 mil 470 PJ para 2040.
“Esto significaría que si la economía creciera en promedio anual 2.8 por ciento y la población mantiene su ritmo de crecimiento, la intensidad energética del consumo final disminuiría anualmente 0.4% entre 2020 y 2024, comparada con 0.9 por ciento que corresponde al promedio del periodo 2010-2017”, expuso el Pronase.
(Fuente: Pronase 2020-2024, Sener)
En el escenario de transición energética soberana, la Conuee planteó que para 2024 se podría evitar el crecimiento del consumo final de energía en un 16 por ciento con respecto al escenario de la línea base y de 34.9 por ciento para el 2040.
“Posicionar el uso óptimo de la energía mediante los objetivos y acciones de este Programa, representa una palanca para estabilizar el crecimiento del consumo nacional de energía, preservar el medio ambiente y reducir importaciones de energéticos, mejorar el bienestar de la población, incrementar la productividad de la industria y las empresas productivas del estado”, se asentó en el Programa.
El consumo evitado expuesto en el documento se podrá lograr a través de la captura de los potenciales técnicos factibles de ahorro de energía identificados en los diferentes sectores de consumo final de la energía, también se planteó.
Calculó asimismo que México podría reducir su intensidad energética final en el corto plazo un máximo de 2.7 por ciento anual, por lo que el país está en condiciones de cumplir con los objetivos de la Agenda 2030 de la Naciones Unidas, en particular con el objetivo 7.3 relacionado con duplicar la tasa mundial de mejora de la eficiencia energética hacia 2030.
En la elaboración del Pronase participaron 24 organizaciones que incluyen dependencias y entidades del gobierno federal, como la Conuee, el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (Fide), el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Púbico (SHCP), entre otras.
Igualmente contribuyeron las empresas productivas del Estado, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), así como el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Consulte aquí el Programa Nacional para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía.