Con información de Sergio Martínez
El uso de biocombustible en una flota de taxis tuvo costos operativos menores de hasta 1.56 pesos por kilómetro contra la gasolina convencional, además de una reducción de hasta 6.4 toneladas en las emisiones anuales de dióxido de carbono (CO2), según los resultados de un proyecto piloto realizado en la ciudad de Monterrey, estado de Nuevo León.
El organismo norteamericano U.S. Grains y Biomovilidad.org llevaron a cabo el Proyecto Piloto E85, que consistió en el uso durante seis semanas del biocombustible E85 –con contenido 85 por ciento de etanol y 15 por ciento de gasolina– por parte de 10 unidades perteneciente a la flota de taxis de la empresa PIDELO de la ciudad neolonesa.
Los vehículos utilizados fueron cinco Hyundai Grand i10 y cinco Nissan V-Drive, convertidos a la tecnología Flex Fuel con la finalidad de que pudieran utilizar el biocombustible E85.
De acuerdo con el programa, las diez unidades recorrieron en seis semanas 70 mil kilómetros utilizando 6 mil litros del biocombustible. Además, se les instaló un tanque y una bomba especializada por parte del Instituto de Movilidad y Accesibilidad de Monterrey, para poder cargar los vehículos.
¿Qué resultados se obtuvieron?
Esta mañana, en una entrevista conjunta vía internet, Galo Galeana, director general de Biomobilidad.org, y Conrado Martínez, asesor de U.S. Grains Council, dieron a conocer los resultados del proyecto piloto E85.
Informaron que los vehículos que utilizaron el E85 tuvieron un rendimiento de 12 kilómetros por litro (km/l) y de 11 km/l, respectivamente. Esta cifra representa una reducción de alrededor de entre 20 y 25 por ciento contra la gasolina convencional; sin embargo, tomando el cuenta del precio del combustible E85, que tiene un costo menor en alrededor de 30 por ciento, se “lograron reducir sus costos operativos a 1.44 pesos por kilómetros (p/km) y 1.56 p/km, así como evitar entre 4.9 y 6.4 toneladas anuales de emisiones de CO2 por vehículo”, afirmó Martínez.
De igual manera, expusieron que la adopción del combustible E85 permitiría ahorrar entre el 34 y el 45 por ciento de emisiones de gases de efecto invernadero mitigadas por cada automóvil.
Esto, a nivel estatal, podrá representar un ahorro de 150 mil toneladas de CO2 por año, así como la reducción de contaminantes atmosféricos, como monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, benceno, butadieno, partículas, entre otras, lo que ayudaría a mejorar la calidad del aire de Nuevo León, de acuerdo a una colaboración con el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), agregó Conrado.
Dentro de los retos que se plantean para que el proyecto pueda llegar a una escala mayor, por medio de una adopción por parte del Estado de Nuevo León, se mencionaron el abasto sostenible de caña, sorgo y residuos, los cuales sirven para fabricar el combustible E85.
En segundo lugar, tener un marco regulatorio armonizado partiendo de la Ley de Biocombustibles; modernizar la infraestructura y asegurarse que sea compatible con el combustible; promover que hay incentivos como la reducción del IEPS y el apoyo directo a productores; y por último la comunicación pública para dar a conocer los beneficios de este combustible y facilitar su adopción.