Esta semana vamos a hacer un inciso en desgranar la iniciativa de reforma constitucional para platicar respecto a la información que presentóel presidente junto con la SENER en la mañana del 11 de octubre de 2021, especialmente en lo que compete al orden de despacho de las centrales eléctricas. El orden de despacho es importante no solo para los costos y emisiones, sino que es crucial para la estabilidad y confiabilidad de un sistema eléctrico.
El Sistema Eléctrico Nacional (SEN) está dividido en tres sistemas eléctricos independientes: el Sistema Interconectado Nacional (SIN), el Sistema Eléctrico Aislado de Baja California (SEA BC) y el Sistema Eléctrico Aislado de Baja California Sur (SEA BCS). Para funcionar en las correctas condiciones de operación, estos sistemas tienen que equilibrar a cada instante no solo la generación eléctrica con el consumo, sino un conjunto de factores técnicos que aseguren la calidad de la energía, como el mantenimiento de la frecuencia, y la confiabilidad del sistema, como la disponibilidad de suficientes reservas operativas para atender cualquier disrupción del sistema.
Con la complejidad inherente a cualquier sistema eléctrico en mente, veamos las propuestas de despacho que hizo la SENER, que presentan algunas inconsistencias y luces rojas.
Las inconsistencias principales son:
¿En qué orden se van a despachar las centrales solares y eólicas de CFE?
Si atendemos al despacho presentado, estas se despacharían después de las plantas térmicas de CFE y, dado que la capacidad de las plantas hidroeléctricas, nuclear, geotérmicas, de gas y térmicas es de 48,549 MW y la demanda máxima no supera los 50,000 MW, a CFE le sobraría con las plantas de gas y térmicas para alcanzar el 54%, dejando de despachar su propia energía solar y eólica.
¿En qué orden se van a despachar las centrales carboeléctricas de CFE?
Si atendemos al despacho presentado, aparecen dos alternativas: a) despachar en noveno lugar “Carbón”, lo cual en la práctica sería excluirlas del despacho, lo cual no es muy congruente con “fortalecer a la CFE” al marginar 11.3% de la capacidad instalada de esta empresa, y b) considerar las centrales carboeléctricas lo que son, plantas térmicas, en cuyo caso se despacharían en quinto lugar, y aquí surgiría la duda; quien se despacha en noveno lugar “Carbón” si las tres únicas centrales carboeléctricas de México, son de CFE.
¿Cuándo se despachan las plantas térmicas de privados que no emplean gas?
Si bien no es una capacidad significativa, menos de 2,000 MW, hay plantas térmicas que emplean diferentes productos refinados para la generación eléctrica y, si nos atenemos al despacho presentado, quedarían directamente excluidas del sistema eléctrico.
“…la gran luz roja es cómo afectaría este despacho a la confiabilidad del sistema eléctrico mexicano”.
Más allá de detalles, la gran luz roja es cómo afectaría este despacho a la confiabilidad del sistema eléctrico mexicano. Duramente. Los diferentes sistemas eléctricos ponderan entre criterios técnicos, políticos y económicos el despacho eléctrico, todos ellos comparten ciertos criterios o restricciones técnicas, principalmente el despacho prioritario a centrales eléctricas que no pueden reducir su nivel de generación ni apagarse de manera rápida, es decir, todos los sistemas eléctricos priorizan las tecnologías que no son flexibles, nuclear, geotérmica, eólica y solar fotovoltaica.
La hidroeléctrica, como menciona el gobierno, es una energía firme, pero no solo eso, la hidroeléctrica es una energía almacenada que se puede despachar cuando el sistema la necesita y con una alta velocidad de respuesta. Despacharla en primer lugar reduciría la flexibilidad del sistema.
El despacho de plantas de gas (ciclo combinado y turbogás) y el despacho de plantas térmicas (carboeléctricas, termoeléctricas y de combustión interna) de CFE no puede establecerse y operarse de manera estricta. Esto se debe a que de las dos tecnologías, el ciclo combinado y el turbogás, que emplean en su totalidad o mayormente gas natural, tienen propiedades muy diferentes.
El ciclo combinado es una tecnología que busca la eficiencia a través de la escala, son grandes plantas en su mayoría con capacidad superior a los 500 MW pero con limitada flexibilidad para cambiar su nivel de generación, en tanto que las centrales turbogás aeroderivadas presentan capacidades mucho menores, del orden de 50 MW o menos, con menor nivel de eficiencia pero una altísima flexibilidad.
Por el otro lado, las centrales térmicas, termoeléctricas, de combustión interna y, si se consideran a las carboeléctricas, tienen características similares a las de ciclo combinado, como gran tamaño, eficiencia a alto nivel de carga y limitada flexibilidad (más que el ciclo combinado aun). Despachar turbogás antes que plantas térmicas reduciría la flexibilidad del sistema.