Ulises Juárez / Energía a Debate
A pesar de que el presidente de la República anunció esta mañana que en dos meses comenzará a operar Gas Bienestar, Petróleos Mexicanos (Pemex) o la empresa que tenga esa denominación, deberá cumplir con una serie de requisitos regulatorios, entre ellos, el análisis de riesgos.
“Los derrames de hidrocarburos ya sabemos que tienen unas consecuencias ambientales bastante complicadas, con un impacto severo en muchas áreas, no solamente en suelos, sino también en agua y aire, y obviamente también en salud”, aseguró Danae Díaz, Energy and Environmental Services Manager en la empresa TÜV Rheinland.
Por ello, agregó, resulta muy importante que las empresas dedicadas a estas actividades relacionadas con los hidrocarburos, como la distribución, las estaciones de servicio, instalaciones de almacenamiento, etcétera, presenten los estudios y análisis de riesgos en las distintas etapas del diseño, construcción, operación y mantenimiento, entre otras.
Este proceso, aclaró, puede tomar tiempo, dependiendo de varios factores, pero esencialmente si se trata de una empresa nueva, o solo se retoma una que ya está previamente instalada.
En su conferencia matutina, el presidente López Obrador señaló que ya se adquirieron los terrenos para las centrales de distribución, así como los vehículos y los cilindros para repartir el gas licuado de petróleo (gas LP).
Inicialmente Gas Bienestar comenzará a operar en la Ciudad de México, pero posteriormente se extenderá a las principales ciudades del país.
Hace unas semanas, el mandatario federal dio a conocer que esta nueva empresa, dependiente de Pemex, vendería el energético a precios más bajos que el mercado, esto como respuesta al alza que ha experimentado en los últimos meses.
Por su parte, Danae Díaz expuso para Energía a Debate que por el momento la industria no cuenta con suficiente información para determinar, en primer lugar, si es una empresa nueva o será la adaptación de algo ya preexistente.
Asimismo, no se cuenta con datos sobre su nivel de cumplimiento en materia regulatoria, sobre todo ante la Secretaría de Energía (Sener) y la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), organismo sectorizado de la Secretaría de Medioambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
“Una de las primeras preguntas sería: ¿quién es esta empresa, en dónde se está construyendo, qué está construyendo, es nueva o están tomando ya instalada? Con base en eso se tiene que checar, con total transparencia, el cumplimiento de lo que está pidiendo la ASEA”, manifestó.
Al respecto, apuntó que por el momento es difícil determinar en cuántos meses la empresa podrá empezar a operar porque se requieren de muchos datos. “Lo que es un hecho es que para que la empresa pueda empezar a implementarse, necesita primero cumplir con todas las altas respectivas con la Agencia, con todas las actas de la Sener”.
De forma general, enlistó el proceso en cada uno de los supuestos. De ser una empresa nueva, tiene que mandar los primeros análisis de riesgos basados en el diseño y la construcción de las estaciones, ya sea gasera, ya sea una estación de servicio, una de diesel, un lugar de almacenamiento. “Cualquier empresa del giro de hidrocarburos que va a iniciar tiene que mandar a revisión toda la parte de diseño y de construcción”, subrayó.
Si se trata de una empresa que ya tiene operación, Díaz dijo que ya no debe llevar estas partes de diseño y construcción, pero sí debe llevar todo lo referente a mantenimiento y adaptarse a las regulaciones de la ASEA en la materia.
Al respecto, explicó que la regulación que tiene que estar cumpliendo una empresa ya existente es de apenas 2016. “Entonces, en uno de los (artículos) transitorios de esta norma dice muy claro que las empresas antes de la publicación de estar norma va a seguir con las reglas de construcción y mantenimiento que les aplicaron en su momento, pero van a tener que cumplir con todas las mantenimiento que está generando la nueva norma”.
Enfatizó que en general Pemex cumple con las normas de seguridad y los demás requisitos que exigen los organismos reguladores, por lo que expresó su confianza en que hará lo mismo en el caso de Gas Bienestar. “Yo pensaría que si Pemex ha estado siguiendo los compromisos con la ASEA y generando los reportes y la información, en esta ocasión no va a ser la excepción”.
En cuanto al tema del robo de combustible, en este caso del gas LP, la ejecutiva de TÜV Rheinland destacó que lo importante es cumplir en su totalidad con la ley y la normatividad, mismas que están basadas en las mejores prácticas internacionales, aplicadas en otros países, por lo que no son “nada extraordinarias”.
“El tema es que se cumplan con los requisitos que la misma ley ya indicó por medio de la ASEA y de la Sener. Es el cumplimiento”, aseguró.
Según cifras de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas LP y Conexas (Amexgas), en 2020 las pérdidas económicas de Pemex por el robo del combustible ascendieron a 30 mil millones de pesos.
TÛV Rheinland es una empresa de origen alemán de consultoría y de verificación de instalaciones en diversas ramas productivas, incluyendo la energética, que además realiza estudios y análisis de riesgos en las distintas etapas de un proyecto. Cuenta con 140 años en el mercado y 28 de operaciones en México.