Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) calificaron muy mal en el índice de riesgo en ESG (medioambiente, temas sociales y gobernanza), de acuerdo con un estudio realizado por la organización no gubernamental México Evalúa.
El comparativo se hizo según la metodología, conocida como SASB, y datos de la empresa Sustainalytics, que analizó compañías de distinto países con características similares a las dos empresas públicas de México.
En conferencia de prensa ofrecida esta mañana, Ana Lilia Moreno, coordinadora del Programa de Competencia y Regulación en el organismo, expuso que Pemex obtuvo un puntaje de 64.1 a mayo de 2022, descendiendo 7.4 puntos de los 56.7 que registró apenas un año antes, en abril de 2021. La CFE, por su parte, obtuvo 57.7 puntos, según datos al año pasado.
Estas cifras, destacó Moreno, ubican a las dos empresas productivas del Estado mexicano muy por encima de los 40 puntos, lo que indica que ambas se encuentran en una situación severa en términos de indicadores ESG.
Aun cuando las firmas a nivel global no están obligadas a reportar sus indicadores ESG, ya se está convirtiendo en una práctica común entre ellas, explicó la especialista.
“Las empresas más importantes del mundo han aceptado adoptar las métricas ESG”, aseguró y agregó que estas metodologías sirven para medir el riesgo sustentable de cada una de ellas.
Pemex y CFE, además, han fallado en la transparencia de estos datos, especialmente la empresa a cargo de Manuel Bartlett Díaz. Sobre esta última, en el encuentro con medios de comunicación se subrayó que para realizar el estudio, se contó solo con 54% de los rubros requeridos por la metodología SASB, es decir, solo 28 de 51.
México Evalúa también dejó en claro que todas las empresas analizadas en el estudio tenían sus reportes ESG, excepto las dos mexicanas.
Ana Lilia Moreno aseguró que las métricas ESG tienen tanta importancia que pueden influir en la posibilidad de las empresas para salir a los mercados financieros, colocar bonos de deuda o cualquier otra actividad.
“Pemex se hace menos competitivo y por su deuda con los proveedores es menos confiable”, afirmó. “Quizá adquiera más financiamiento pero a tasas más altas y quién sabe si podamos pagarlo”, puso como ejemplo.
Recordó que en Nueva York, los tenedores de bonos de Pemex han pedido a la Securities Exchange Commission (SEC) que investigue a la petrolera mexicana en temas de ESG.
Según el estudio, la petrolera fue comparada con otras 93 empresas similares y, en lo que ha empeorado, según el informe, es en sus emisiones ante una mayor producción de petróleo crudo.
CFE, por su lado, ni siquiera emite reportes anuales de emisiones, ni ningún otro relacionado con sustentabilidad, al menos como lo hace su contraparte de hidrocarburos.
“No hay información sobre emisiones de carbono”, dijo Viviana Patiño, investigadora del Programa de Regulación y Competencia en México Evalúa. “No hay datos por central (generadora), ni por regiones, ni comparativos”, lamentó.
De un listado de 13 empresas similares a la CFE, esta quedó en el penúltimo sitio tan solo por encima de Eskom Holdings SOC, Ltd., una compañía ugandesa y sudafricana.