El sector con los peores resultados productivos dentro de Petróleos Mexicanos (Pemex) fue el de la petroquímica, pues entre 2018 y 2023, la caída en la producción fue de prácticamente 44 por ciento, de acuerdo con datos oficiales de la empresa que dirige Octavio Romero Oropeza.
La falta de inversión, sumada a la estrategia energética del gobierno federal, que concentró los recursos en la refinería de Dos Bocas, provocaron que la producción se desplomara.
En 2018, la producción de las plantas petroquímicas ascendió a 3.75 millones de toneladas, mientras que para el cierre del año anterior se ubicó en apenas 2.13 millones de toneladas.
Por complejo, los más afectados durante el sexenio fueron Cangrejera y Morelos. En la primera, la contracción en la producción fue de 38 por ciento, al pasar de 1.345 millones de toneladas a 833 mil 928, mientras tanto, en el complejo Morelos, la contracción alcanzó 64 por ciento en cinco años. Al cierre del sexenio anterior, la producción se ubicó en 1.323 millones de toneladas, para desplomarse hasta 464 mil 768 toneladas al cierre del año anterior.
Impacto en la industria
Ante la falta de materia prima, la industria química y petroquímica del país ha tenido que solventar el incremento en la demanda con importaciones, mencionó Miguel Benedetto, director de la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ).
En entrevista, el representante de este sector recordó que la industria tiene el potencial de crecer al doble en los próximos 15 años, y alcanzar una participación del cuatro por ciento del Producto Interno Bruto, impulsada por el nearshoring.
Sin embargo, actualmente, en los últimos tres años, la producción se ha estancado en un valor de 20 mil millones de dólares, de acuerdo con estimaciones del especialista.
“En la medida en que tenemos mayores inversiones en otros sectores industriales, la demanda de productos químicos como industria -que abastecernos al 95 por ciento de las cadenas de valor- se incrementa. Al momento, la única forma en la cual hemos podido atender el aumento en la demanda es a través de importaciones. La demanda ha venido subiendo y pues la producción no ha mejorado y ese es el el standby en el que estamos”, lamentó.
Un segundo factor que afecta a la industria química mexicana es que los productos chinos están inundando el mercado internacional, debido a que el gobierno de ese país impulsa la producción, mientras que la demanda interna no se ha recuperado.
“México no ha sido la excepción. Tenemos algunos productos que en un comparativo de los últimos dos año la presencia de productos chinos ha crecido por arriba del 200 por ciento de volumen, lo cual complica la operación de muchas empresas porque se están enfrentando a un mercado mucho más competido cada cada día con una mayor producción china y a precios por debajo de lo que están específicamente en Norteamérica”, comentó el directivo.
El directivo mencionó que las condiciones para este año serán similares, por lo que prevé que el valor de la industria se mantendrá en 20 mil millones de dólares, pero el déficit de la balanza química del país superará los 30 mil millones de dólares, especialmente si se aceleran las inversiones en el contexto del nearshoring.
“Nosotros estamos viendo que si se materializan algunas de las inversiones que están siendo anunciadas por efectos de alguna relocalización de maquila, la demanda de productos químicos subirá consecuentemente y ante una producción estable, pues la única manera de abastecerlo será incrementando las las importaciones”, comentó.
El problema principal de aumentar las importaciones, dijo, es la parte de infraestructura, debido a que los puertos, las carreteras y las vías ferroviarias se saturan más y es mucho más complicado encontrar los equipos especializados para trasladar los productos químicos.
“Esa es una preocupación y la otra son los costos logísticos que también se han venido incrementando, debido a las complicaciones que hay en el Canal de Panamá. Muchos barcos no están pasando normalmente. Más de la mitad de los barcos que cruzan el Canal de Panamá son con productos estadounidenses, por lo que actualmente están siendo trasladados por ferrocarril de la Costa Este hacia el Oeste o viceversa, y esto incrementa la demanda de carros de ferrocarril y no hay una manera de atender el crecimiento del volumen del mercado mexicano, lo que crea un problema logístico e incrementa los costos”, dijo.
Además, la iniciativa de trenes de pasajeros de la administración actual, añadió, causaría una mayor saturación de la infraestructura ferroviaria, porque se utilizaría las mismas vías donde corren los materiales peligrosos.