Por The New York Times.
Exxon Mobil dijo el martes que pondría fin a su participación en un gran proyecto de petróleo y gas natural en Rusia, convirtiéndose en la última compañía petrolera occidental en anunciar que dejará el país después de que Rusia invadiera Ucrania.
Exxon ha estado desarrollando tres campos de petróleo y gas cerca de la isla rusa oriental de Sakhalin en asociación con Rosneft, la compañía de energía controlada por el estado, y una compañía de Japón y otra de India. Exxon opera los campos y posee el 30 por ciento del proyecto, que genera alrededor del 2 por ciento de la producción global de la empresa.
La compañía con sede en Texas ha operado en Rusia durante un cuarto de siglo, pero comenzó a cancelar sus operaciones allí después de que Rusia invadió y anexó Crimea, una parte de Ucrania, en 2014, lo que provocó sanciones occidentales.
BP y Shell anunciaron planes para vender sus inversiones rusas mucho más grandes el domingo y el lunes. TotalEnergies de Francia dijo el martes que no invertiría más dinero en Rusia, pero que tenía la intención de mantener sus operaciones e inversiones existentes en el país.
Las decisiones de Exxon, BP y Shell ponen fin a una era que comenzó con la entrada masiva de empresas occidentales en Rusia al final de la Guerra Fría. Las empresas alguna vez esperaron que el país, que tiene algunas de las reservas de petróleo, gas natural y otras materias primas más grandes del mundo, se convirtiera en un mercado emergente prometedor. Pero las políticas autocráticas del presidente Vladimir V. Putin y su invasión de Ucrania han convertido a Rusia en un paria de la comunidad empresarial internacional.
Entre las principales compañías petroleras internacionales, Equinor de Noruega todavía produce unos relativamente modestos 30.000 barriles de petróleo por día en Rusia y dijo el lunes que también planeaba irse. Algunas otras empresas poseen participaciones en oleoductos y gasoductos.
“Exxon Mobil apoya al pueblo de Ucrania en su búsqueda por defender su libertad y determinar su propio futuro”, dijo la compañía en un comunicado. “En respuesta a los eventos recientes, estamos comenzando el proceso para descontinuar las operaciones y desarrollar los pasos para salir de la empresa Sakhalin-1”.
La compañía dijo que no realizará nuevas inversiones en Rusia, aunque no abandonará el país de inmediato.
“Como operador de Sakhalin-1, tenemos la obligación de garantizar la seguridad de las personas, la protección del medio ambiente y la integridad de las operaciones”, dijo la compañía. “Nuestro papel como operador va más allá de una inversión de capital. El proceso para descontinuar las operaciones deberá administrarse cuidadosamente y coordinarse estrechamente con los co-partícipes para garantizar que se ejecute de manera segura”.