La calificadora Moody ‘s Investor Services pronostica que la energía hidroeléctrica ya alcanzó su punto más alto y comenzará a retroceder a partir de este año.
De acuerdo con el estudio El desarrollo de la energía hidroeléctrica alcanzará su pico en 2022; riesgos ambientales limitan su expansión, la agencia advierte que los costos de desarrollar este tipo de fuente de generación sumado a las incertidumbres provocadas por el cambio climático sugieren que las hidroeléctricas retrocederán en la matriz energética latinoamericana.
“La energía hidroeléctrica representa más de 40 por ciento de la capacidad de generación instalada y de 45 por ciento a 60 por ciento del despacho de electricidad en América Latina, pero las dificultades de construir nuevas plantas de generación de energía hidroeléctrica lejos de los centros de consumo significan que el suministro adicional requerirá otras fuentes de combustible, particularmente gas natural, para mejorar la confiabilidad de los sistemas eléctricos de la región, y energía solar y eólica para cumplir con los objetivos de energía limpia”, detalla.
En México, de acuerdo con datos de la Secretaría de Energía, la generación hidroeléctrica representa 15 por ciento del total.

Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), los cambios climáticos que hacen que las temperaturas aumenten entre dos y cuatro grados centígrados podrían provocar una disminución promedio de ocho por ciento en la producción de energía hidroeléctrica de la región durante los próximos 40 años, a excepción de la región andina.
La sequía puede ser un factor que juegue en contra del proyecto mexicano de incrementar la productividad de las plantas hidroeléctricas existentes.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) tiene planes de modernizar 14 plantas hidroeléctricas con una inversión estimada de mil millones de dólares.
En este sentido, la calificadora recordó que el gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador planea aumentar la energía limpia dentro de su matriz energética a 35 por ciento para 2024, frente a 25 por ciento en 2021, reduciendo el dominio del gas natural dentro de la matriz de generación eléctrica de México.
“Los planes del gobierno incluyen más generación hidroeléctrica en la CFE. No obstante, la perspectiva de sequías más frecuentes pone en riesgo este plan. La creciente escasez de agua complicará los esfuerzos de México para cumplir su objetivo de energía limpia porque las alternativas disponibles para cubrir las caídas en la generación de energía hidroeléctrica requieren fuentes de combustible más costosas, como el diésel o el combustóleo, lo que en última instancia aumentará los costos para CFE”, advierte la compañía.
Otro factor que juega en contra de esta fuente de energía es el cambio climático y el aumento en la frecuencia de sequías lo que puede incrementar, al mismo tiempo, los riesgos operativos durante la vida útil de estas centrales.
Este año en México, 70 por ciento del país atraviesa por altos costos del recurso hídrico, al tiempo que 764 municipios del país tienen algún tipo de sequía de acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
En este sentido, entidades como Nuevo León, Aguascalientes, Baja California y Querétaro, son las más afectadas por el fenómeno.
Por ello, la agencia señala que la generación hidroeléctrica está entre las más económicas del mix energético, pero el estrés por el calor y el agua perjudica su desempeño operativo y financiero con el tiempo.
Además, su construcción es costosa, lo que contraviene los beneficios de ser energía limpia y de bajo costo a gran escala.
“El patrón de lluvias más bajo de la región en los últimos años ha afectado el desempeño financiero de los operadores. Esto se debe a que los operadores deben comprar energía en el mercado al contado para compensar los déficits de suministro, según sea necesario para cumplir con sus obligaciones contractuales con los clientes, lo que debilita el flujo de caja cuando los precios de la energía al contado superan los precios contratados”, mencionó el estudio.