¿Hay pastel para todos?
A lo largo de los últimos meses, y especialmente desde la publicación de la nueva estrategia del sector eléctrico allá por noviembre de 2024, se ha venido generando una serie de anuncios, publicaciones y aprobaciones de diferentes estrategias, planes y leyes que han sacudido al sector eléctrico --y energético en general-- creando expectación y desencanto a partes iguales. Este torrente de iniciativas ha venido seguido de un tsunami de análisis, foros, webinarios y mesas de debate donde se ha tratado de desmenuzar las implicaciones del nuevo marco normativo y donde, a juicio de quien escribe estas líneas, una conclusión ha destacado por encima de todas: “devil will be in the details”. Quizá por un efecto de “deformación profesional”, por el cual me considero afectado, el debate se ha centrado principalmente en si el Estado y la iniciativa privada tendrán más o menos peso o participación, y cómo afectará esto a la consecución de las necesarias e inaplazables inversiones que se deben acometer en todas las actividades integrantes del sector, no solo desde el punto de vista de cumplimiento de objetivos medioambientales, sino especialmente para responder a una realidad incontestable: somos un ávido consumidor de electricidad que se mueve hacia una ...