En una reciente entrevista, el secretario de Desarrollo Energético de Tamaulipas, Walter Julián Ángel Jiménez, indicó que la nueva ley de combustibles habilita la posibilidad de desarrollar biocombustibles a partir de los excedentes de sorgo y caña, de los cuales el Estado de Tamaulipas tiene excedentes.
“Estamos proyectando comenzar a desarrollar el combustible en Tamaulipas a partir de lo que ahora permite la ley”, señaló.
En marzo de este año, la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, promulgó y publicó la Ley de Biocombustibles.
“En el caso de la caña de azúcar se ha tenido a nivel nacional un pico excedente de más de 2 millones de toneladas anuales y en el caso del sorgo, en Tamaulipas se ha tenido más de 350,000 toneladas excedentes por ciclo”, añadió Walter Julián.
El proyecto consiste en una planta que podrá producir hasta 380 mil litros diarios de etanol, utilizando los excedentes de producción de sorgo en Tamaulipas, el cual en una segunda etapa podría producir SAF (combustible para aviones) a través de un proyecto ATJ (Alcohol-To-Jet) para producir turbosina.
Actualmente se están realizando estudios para determinar la viabilidad de la ubicación con la posibilidad de que la planta sea instalada en el perímetro cercano a la capital del estado o en la zona de Altamira.
“Las plantas de etanol con estas características en el mercado mundial oscilan alrededor de 100 millones de dólares”, indicó Walter.
Para esto se ha proyectado una alianza con inversiones del sector público, privado y social y se busca tener la planta produciendo antes de que termine la administración del actual gobernador, Américo Villarreal, agregó.
Durante la entrevista, Galo Galeana, director general de la Asociación para la Movilidad con Biocombustibles en México, destacó que una modificación en la ley en la que se aumente el porcentaje de mezcla de etanol con las gasolinas podría favorecer la producción de estos biocombustibles.
La norma actual establece 5.8 por ciento de contenido de etanol, un porcentaje pequeño en comparación con la tendencia internacional de aumentar este porcentaje entre 12 y 25, consideró el especialista.
“Aumentar este porcentaje de etanol brindará mayores beneficios económicos, mayores beneficios ambientales, se reducirán los gases de efecto invernadero y nos permitirá como país estar en competencia internacional”, señaló Galeana.
Para finalizar, añadió que considerando los últimos 10 años de producción de caña de azúcar, Biomovilidad estima que 300 mil toneladas se pueden destinar a la producción de etanol, sumando a esto el componente de sorgo de Tamaulipas y otros estados, se podría lograr al final de este sexenio entre 20 y 30 porciento de la producción de etanol que se requiere para oxigenar las gasolinas del país.