Estimado lector, en estos momentos me encuentro en un viaje de negocios por el precioso estado de Texas, donde es bien sabido por todos que esta entidad fronteriza es consistentemente el productor de la mayor cantidad de petróleo en gran parte debido al pérmico, una cuenca petrolera que produce 5.8 millones de barriles por día, que es más que cualquier otra cuenca del país.
Si Texas fuera un país, sería uno de los 10 mayores productores del mundo. Los casi 6 millones de barriles diarios que produce el estado de la estrella solitaria son casi 300% mayor que la producción total de México.
Estados Unidos cada vez tiene más músculo en el mercado mundial de energías tradicionales. Los efectos del empoderamiento energético del Tío Sam son enormes. Le permiten reducir su dependencia de los combustibles importados y le dan acceso a los costos energéticos más bajos del mundo. Esto abre la puerta a un proceso de reindustrialización de Estados Unidos, que en los próximos años cambiará el mapa mundial de la producción industrial.
México es uno de los países que más sentirán el impacto de esta transformación. No solo por la integración económica de América del Norte y las actuales políticas públicas en el país azteca, sino por la intensa correlación que se da entre los mercados energéticos binacionales: Estados Unidos es el principal comprador de petróleo mexicano y el mayor abastecedor de productos petrolíferos para México.
“La energía renovable se ha convertido en una importante herramienta de desarrollo económico para Texas en esta última década”.
Es increíble que solo Texas tenga 20 veces más kilómetros de oleoductos que México. También cuenta con más recursos energéticos. Cada vez necesita menos de la producción mexicana. Este es un factor a tomar en cuenta para entender algunos de los posibles desenlaces de la reforma energética.
Alternamente en este viaje me ha tocado visitar algunos parques eólicos, en los cuales se aplica la clásica frase que dice que “todo es más grande en Texas” y es algo que no podemos negar para la construcción de los dos proyectos más recientes de empresas como Enel Green Power. Este ya es el parque eólico más grande de la compañía en el mundo. También se está aprovechando el abundante sol de Texas y ya se ha terminado la construcción de otro parque solar llamado “Roadrunner”, que ya es el mayor parque solar operativo de Texas.
El parque eólico llamado “High Lonesome”, construido en los condados de Upton y Crockett, generará unos 1,7 TWh de energía al año. Esa energía es suficiente para evitar la emisión de más de 1,1 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera cada año.
El parque solar Roadrunner en el condado de Upton generará aproximadamente 1,2 TWh anuales, suficiente para cubrir el consumo medio anual de 115.000 hogares estadounidenses, evitando de este modo la emisión de más de 800.000 toneladas de CO2, equivalentes a las emisiones de 180.000 coches.
El liderazgo de Texas en sostenibilidad a pesar de ser un estado petrolero es increíble, ya que genera 24.899 MW cada año gracias a sus 144 proyectos eólicos, lo que convierte al estado en el líder en Estados Unidos en cuanto a capacidad eólica instalada, según la American Wind Energy Association. Asimismo, ocupa el sexto lugar del país en cuanto a capacidad solar instalada, generando 2.465,75 MW anuales, según la Solar Energy Industries Association.
La energía renovable se ha convertido en una importante herramienta de desarrollo económico para Texas en esta última década. La industria de las energías renovables sigue atrayendo inversiones de todos los sectores, que incluyen fabricantes, proveedores de tecnología y empresas que se han comprometido a utilizar energía eólica y solar para sus operaciones.
Al platicar con varios texanos, ellos enfatizan que están encantados de utilizar sus propios recursos energéticos, dejando atrás nuestra adicción a los combustibles fósiles, aunque saben de la importancia de los mencionados. ¡Las renovables son más limpias, más baratas y made in Texas!
La construcción de nuevas centrales de energía renovable como High Lonesome y Roadrunner y de las 12 más que se construirán en los próximos dos años permitirá a los texanos recibir energía más limpia, más asequible y más fiable, ayudando al estado a mantener su papel como líder en el desarrollo de energía renovable en el futuro.
Siempre con total apertura de la iniciativa privada, habrá que estudiar más el papel de un estado tan poderoso en el tema energético.
Las opiniones vertidas en la sección «Plumas al Debate» son responsabilidad exclusiva de quienes las emiten y no representan necesariamente la posición de Energía a Debate, su línea editorial ni la del Consejo Editorial, así como tampoco de Perceptia21 Energía. Energía a Debate es un espacio informativo y de opinión plural sobre los temas relativos al sector energético, abarcando sus distintos subsectores, políticas públicas, regulación, transparencia y rendición de cuentas, con la finalidad de contribuir a la construcción de una ciudadanía informada en asuntos energéticos.