Enrique Medrano Meza renunció a la dirigencia de la Unión Nacional de Gaseros, al argumentar que estaba muy cansado y ya no está en condiciones de ejercer el liderazgo del gremio que agrupa a más de 10 mil hombres camión que reparten gas LP.
En un comunicado, la Unión Nacional de Gaseros aseguró que el exdirigente dejó varios pendientes, entre los que destacan las negociaciones con el gobierno federal ante el tope al precio del gas LP en cilindro, que se instauró desde mediados del año pasado.
Asimismo, el exlíder dejó pendiente el mantenimiento de las unidades repartidoras del combustible, así como el pago de los choferes.
En agosto del año pasado, este organismo detuvo el reparto del combustible que utilizan siete de cada 10 hogares mexicanos, en el área metropolitana de la Ciudad de México, Puebla, Tlaxcala e Hidalgo, ante los topes impuestos por el gobierno federal al precio del combustible, que, según los repartidores de gas, deja muy bajos márgenes de ganancia, lo que impide cubrir el costo del mantenimiento de las pipas y los sueldos de los piperos y sus ayudantes.
Para octubre, el mismo organismo lideró una protesta afuera de la Secretaría de Energía, para buscar acuerdos con el gobierno federal sobre los costos del combustible, sin que fueran recibidos por la autoridad.
En el comunicado que anunció la salida de Medrano Meza, los integrantes de la Unión Nacional de Gaseros, aseguraron que todavía no hay un candidato ideal para ocupar el puesto vacante, aunque José Adrián Rodríguez se perfila como el nuevo dirigente del gremio.
Entre los pendientes para el organismo de repartidores independientes de gas LP está resolver las diferencias con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y la Secretaría de Energía, que tenían como objetivo evitar la competencia desleal que propicie el encarecimiento desmedido del combustible.
ACUSACIONES
En su comunicado, la Unión Nacional de Gaseros advirtió que quedaron deudas pendientes por parte de Medrano Meza, así como dar soluciones al problema de extorsiones que padecen los agremiados en la capital del país y el Estado de México.
De acuerdo con este organismo, en esas dos entidades, el Sindicato 22 de Octubre, liderado por Christian Jesús Castillo Grimaldo alias “El Jimmy”, cobra una cuota a los gaseros para dejarlos trabajar.
En este sentido, aseguraron que esta problemática va en aumento y que también están expuestos a constantes actos vandálicos hacia sus unidades al momento de repartir combustible en algunas zonas del Valle de México.
Manifestaron que la “sorpresiva renuncia” propició que los integrantes ahora se vean obligados a pagar gastos de mantenimiento de las unidades, lo que los deja sin margen de ganancia y en la mayoría de las ocasiones no les alcanza para refacciones y sueldos.