El uso del carbón para generar electricidad en México se redujo a la mitad durante el 2020, principalmente debido a la pandemia provocada por la COVID-19 y dicho porcentaje de reducción fue el más alto entre los países que conforman el Grupo de los 20 (G20), reveló el centro de investigación sobre electricidad y clima EMBER.
“La generación de electricidad de México a partir del carbón se redujo a la mitad (-48%) en 2020. Esta fue la reducción porcentual más grande de cualquier país del G20”, expuso en el estudio Global Electricity Review 2021 (Análisis de la Electricidad Global 2021).
Explicó que desde 2015, la generación de carbón en el país ha caído un 60% y solamente el Reino Unido, Italia y Francia recortaron la producción de carbón a un ritmo mayor.
También destacó que México, por primera vez, tuvo un crecimiento de generación eléctrica a partir de las fuentes renovables, principalmente eólica y solar fotovoltaica, en un 10%, superior a la media global.
Esto se debió, agregó, a que la participación en el mercado eólico y solar de México aumentó 7 puntos porcentuales desde 2015. “Dada la demanda estable en este período, los aumentos en las energías renovables permitieron reducciones significativas en la generación de carbón”, apuntó el documento.
El lunes de esta semana, la secretaria de Energía, Rocío Nahle García, aseguró en su cuenta personal de Twitter (@rocionahle) que dichos progresos se debieron a las políticas del gobierno federal.
“Con base en el balance energético que el @GobiernoMX a implementado (sic), el centro de investigación referente a temas de clima y medio ambiente EMBER (Londres) hoy reporta que México es quien más redujo el uso del carbón para generar electricidad en el G20. #COP26”, escribió la funcionaria.
Sin embargo, en su reporte, justamente EMBER subrayó que estos recientes progresos en materia de renovables han encontrado como reto el cambio en las políticas gubernamentales de México.
“La actual administración del presidente Obrador es crítica con las fuentes renovables de electricidad y se está moviendo para permitir a los combustibles fósiles un acceso más fácil al mercado de la electricidad”, asentó.
El estudio hace una revisión del sector eléctrico mundial y presenta un apartado acerca del G20 al cual pertenece México.
EMBER también destacó que tres cuartos de la canasta de generación eléctrica del país todavía está conformada por combustibles fósiles, principalmente gas natural y derivados del petróleo, que lo convierte en el cuarto país con mayor participación de esta energía dentro del Grupo.
Para la elaboración del apartado de México participaron Jorge Villarreal Padilla, director de Política Climática, y Rodrigo Palacios Saldaña, investigador asociado, ambos de Iniciativa Climática de México (ICM).
EL SECTOR ELÉCTRICO MUNDIAL
A nivel global, el estudio de EMBER arrojó que durante 2020 la demanda de electricidad cayó ligeramente en 0.1%, la primera baja después de 2009 cuando se presentó la epidemia de gripe A-H1N1, aunque se recuperó para diciembre del mismo año.
Con todo, en materia de energía renovable, la generación se robusteció en 2020 en un 15%, agregando 314 Terawatts por hora (TWh), representando 9.4% de la generación total mundial.
Este porcentaje también representa alrededor del doble de generación que había en 2015, que alcanzaba apenas el 4.6%.
Además de México, otros países del G20 que tienen casi 10% o 10% de capacidad de generación en las renovables son India (9%), China (9.5%), Japón (10%), Brasil (11%), Estados Unidos (12%) y Turquía (12%).
Los países europeos del Grupo que lideran en este segmento son Alemania con 33% y el Reino Unido con 29%.
Del lado contrario, EMBER mostró que los países con participación casi de cero de las renovables en su mezcla de generación eléctrica son Indonesia, Rusia y Arabia Saudita, mientras que China lidera por el uso del carbón, el cual se incrementó 2% durante 2020.
A pesar del crecimiento de la generación mundial a partir de fuentes renovables, aclaró la organización, la producción de energía eléctrica con combustibles fósiles creció, especialmente el gas natural en 11%, o 562 TWh adicionales.
También las emisiones de bióxido de carbono (CO2) aumentaron 2% en 2020 en comparación con 2015.