Para entender la necesidad de impulsar el desarrollo de la distribución del gas natural, es primordial tener en mente que se trata de un combustible de transición en México y que en años recientes ha tomado una importante relevancia debido a la preocupación mundial respecto a los temas ambientales y de cambio climático, lo que ha venido forzando la transición de una matriz energética basada en el uso masivo de combustibles fósiles, hacia una matriz en la que el gas natural y las energías renovables sean las fuentes principales.
La transición energética supone restricciones tecnológicas y económicas que, una vez superadas, permitirán la masificación del uso de gas natural, con las ventajas que esto representa para los sectores productivos de México, los cuales podrán optar por un energético amigable con el medio ambiente, económicamente competitivo y con importantes ventajas en materia de seguridad.
El fomento del uso de gas natural requiere de al menos las siguientes acciones:
1) Impulso de infraestructura de transporte de gas natural.
2) Ampliación de la cobertura de distribución de gas natural en los sectores industriales, comerciales, de servicios y residenciales.
3) Creación de mecanismos e infraestructura para el uso masivo de gas natural vehicular en el transporte público y de carga.
4) Reconversión de plantas eléctricas de combustóleo y carbón para sustituirlas por plantas de ciclo combinado con gas natural.
La historia del gas natural en México se remonta a 1945 cuando se descubrió el yacimiento Misión en el norte del país. Pero en un inicio estuvo concentrado en los usos industriales y de algunos complejos habitacionales. Sería hasta la década de los cincuenta cuando la industria de gas natural comenzó a desarrollarse para el consumo interno y, entre los años de 1969 a 1987, los gasoductos alcanzaron una longitud de 13 mil 594 km.
En las siguientes décadas, el servicio de gas natural vivió una transformación, no solo al crecer la longitud de ductos y el número de usuarios conectados, sino en un manejo más confiable y seguro del combustible y sus instalaciones de trasporte, distribución y aprovechamiento.
“Hace 25 años, por primera vez, México abría a la iniciativa privada la distribución de gas natural”.
Hace 25 años, por primera vez, México abría a la iniciativa privada la distribución de gas natural, un combustible abundante en la naturaleza y necesario para la transición energética por su eficiencia, confiabilidad y bajas emisiones contaminantes.
En junio de 1997 la Comisión Reguladora de Energía (CRE) otorgó el permiso de distribución de gas natural para la Zona Geográfica de Saltillo, Ramos Arizpe y Arteaga, el primero a nivel nacional. En 1998 se tendría el permiso de distribución de gas natural para Monterrey y su zona metropolitana. Posteriormente, durante la década de los 2000, otorgaría los permisos de distribución para las zonas del Bajío y la empresa comenzaría la gestión de los activos para la distribución en el entonces Distrito Federal, ahora Ciudad de México.
En dos décadas, las redes de distribución se ampliaron y se dio acceso a infraestructura a empresas y hogares.
Como consecuencia de ello, el gas natural se volvió accesible para más de 1.5 millones de usuarios en esas regiones. Se introdujeron sistemas de seguridad que en el caso de Naturgy llegan a 10 controles, y, además, se transformó la atención al cliente para estar más cerca de ellos, buscando continuamente innovar para que nuestro servicio, cumpla su función de ser un habilitador del bienestar para las comunidades a través del desarrollo económico vinculado al acceso a este energético.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el periodo del año 2000 al año 2018, las entidades federativas con acceso al gas natural presentaron un crecimiento constante en su PIB. En algunos casos, el crecimiento fue superior al 30%, siendo los estados de Nuevo León y Aguascalientes los más destacados con incrementos de 42% y 47%, respectivamente, desde el año en que Naturgy inició actividades en cada entidad y hasta el 2018. El desarrollo de las empresas y el consiguiente impulso al empleo en esas regiones han corrido a la par de la llegada de redes de distribución de gas natural que permiten el acceso a la población en general.
Al igual que México, nuestra empresa ha vivido transformaciones. Hoy, a un cuarto de siglo del primer permiso de distribución en México, estamos en condiciones de tener una infraestructura sólida y robusta para impulsar la transición energética. Hoy, las bases están sentadas para alcanzar la gasificación de los principales polos económicos del país y llevar el gas natural hacia el sur y sureste de nuestro país.
En Naturgy estamos orgullosos de celebrar 25 años con México.
*/ Alejandro Peón Peralta es Ingeniero Industrial por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y cuenta con más 20 años de experiencia en el sector energético mexicano. Actualmente es Director General de Naturgy en México, empresa en donde ha sido responsable de la gestión y desarrollo de proyectos de distribución de gas natural.
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