Ulises Juárez / Energía a Debate
Ante los desafíos que implica la pandemia del COVID-19, la empresa mexicana Rengen Energy Solutions está apostando a nuevos negocios, como la generación distribuida, además de plantearse un nuevo enfoque como generadora de energía.
“El enfoque que Rengen tiene para convertirse también en generador, en donde estamos intentando que no solamente seamos los contratistas ni los constructores, sino en la medida de lo posible nosotros seamos dueños de los equipos”, expuso Óscar Scolari Albarrán, director de Finanzas de la firma.
“En especial estamos hablando de generación distribuida, y que se establezca más como un ‘profit share’ y no solamente como constructor”, agregó en conferencia de prensa virtual ofrecida esta mañana.
Acompañado por el director general de la firma, Óscar Scolari Romero, el directivo destacó que están trabajando en su primer proyecto de generación eléctrica fotovoltaica a ubicarse en el norte del país que tendría una capacidad instalada total de 180 megawatts (MW) en dos módulos de 90 MW cada uno.
“El costo aproximado de construcción yo diría que está por arriba de los 150 millones de dólares, más o menos. Todo esto son números redondos e información muy general sin meternos a más detalles”, agregó, aunque aclaró que por el momento no podría proporcionar mayor información debido a que el proyecto está bajo auditoría con miras a que un fondo de inversión pueda adquirir la central.
Rengen, primera empresa mexicana en convertirse en una One Stop Energy Shop, al día de hoy tiene 26 proyectos energéticos cotizados con valores que oscilan entre el medio millón de dólares, hasta más de 350 millones de dólares, para los cuales la empresa subrayó estar fungiendo también como la portadora del financiamiento, principalmente de fondos de inversión.
“Hemos salido a los mercados internacionales de fondos. Hemos tenido buenas alianzas”, explicó Scolari Albarrán, quien añadió que ya cuentan con fondos listos para invertir en proyectos, incluso de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y de Petróleos Mexicanos (Pemex).
En materia de generación distribuida, enlistó varios proyectos con otras empresas privadas.
Resaltó dos proyectos con capacidad mayor a los 400 MW de generación, uno de ellos que alcanza los 750 MW con un costo de inversión por 350 millones de dólares.
Hay otro que consiste en la instalación de máquinas de generación ISO con capacidad de entre 40 y 45 MW con una inversión de 30 o 35 millones de dólares, incluyendo compresión de gas, suministro de agua, el segmento de desahogo de la energía, como las subestaciones y las líneas, entre otros.
Scolari Albarrán dijo que existen otros pequeños proyectos de cogeneración y generación en sitio que van desde los 5 MW hasta los 8 MW, así como en parques industriales con capacidad de entre 10 MW y 12 MW, incluso hasta los 25 MW, de la cual una parte es para venta en el mercado eléctrico.
Sin embargo, Rengen aclaró que sigue dispuesta a colaborar con las empresas productivas del Estado.
Al respecto, se dijo lista para participar en las licitaciones públicas internacionales para los proyectos de generación eléctrica de Salamanca, Mérida IV, Tuxpan, Lerdo y Baja California, termoeléctricas cuyas licitaciones había cancelado la CFE pero que la empresa estatal podría retomar.
“En CFE están viendo de dónde hacerse de recursos para financiar los tres o cuatro proyectos que va a hacer CFEnergía”, consideró el director general y fundador de Rengen.
“Por ello, la idea es acercarse a la CFE para proponerle fuentes de financiamiento y capitalizar los activos en capacidad de generación”, añadió.
Por último, Óscar Scolari Albarrán hizo hincapié en la necesidad de mayor velocidad y continuidad en las políticas en materia de energía y en las decisiones que toman las autoridades al respecto, esto para garantizar la seguridad, confiabilidad y estabilidad a los proyectos que se aprueban.