Este 18 de Marzo se cumplen 30 años del cierre de la refinería de Azcapotzalco. El anuncio, por razones de calidad del aire y de salud pública, se dio en plena ceremonia del 53 Aniversario de la Expropiación Petrolera bajo la mirada del enorme busto del General Lázaro Cárdenas del Río en el Centro Corporativo de Pemex.
La gente de Azcapotzalco celebró con una verbena y mariachis. Ingenieros de Pemex –algunos de ellos aún asesoran a la actual Secretaría de Energía, Rocío Nahle– lo recuerdan como un día aciago. Según ellos, un gobierno neoliberal transgredió el mito petrolero, pero hoy, en cambio, un gobierno del pueblo, nacionalista, construye una nueva refinería en Dos Bocas, Tabasco. El primero vio por la salud de la población, el segundo se enfoca al autoabasto energético. Son contradicciones de nuestro tiempo.
En los años 90, hubo avances en refinación. El gobierno de Carlos Salinas de Gortari puso en marcha el “paquete ecológico”, una política que mejoró muchísimo la calidad de los combustibles producidos en México. Pemex compró el 50 por ciento de una refinería en el extranjero, al asociarse con Shell, en Deer Park, Texas. Esa planta sigue siendo una pieza clave hoy día para procesar crudo mexicano. Todo, sin ceder soberanía sobre el petróleo al negociar el TLCAN.
Desde entonces, todo ha sido deterioro. El discurso petrolero mexicano se maneja como si Deer Park no existiera. Sostiene que Dos Bocas será la séptima refinería de Pemex, pero en realidad será la novena, porque existió la de Azcapotzalco y se tiene la de Deer Park. En Colombia, Brasil, incluso Venezuela, presumen la presencia de su petrolera estatal en el exterior. México, no.
Hoy, grupos ambientalistas exigen el cierre de la refinería de Tula, Hidalgo, también la de Salamanca y las de Madero y Caderetya. Son de las mayores emisoras de dióxido de azufre en el mundo, entre otras sustancias tóxicas y de efecto invernadero. El combustóleo, al ser quemado por la CFE, genera lluvia ácida y partículas PM2.5 que son causa de muertes prematuras.
Hay argumentos económicos en favor de cerrar esas refinerías. Datos oficiales recientes revelan que las seis refinerías en el país pierden más de 12 dólares por cada barril de crudo que procesan. Representan el 45.6 por ciento de las 481 mil millones de pesos que perdió la petrolera estatal el año pasado, literalmente colocándola y al país entero al borde de la quiebra. Además, los excedentes de producción de combustóleo ya son de tal magnitud que Pemex los exporta casi gratis a Asia, cuando no los puede vender “por un dólar por barril” a la CFE. Esto provocará un quebranto adicional este año.
Los promotores de Dos Bocas tienen otros datos. Dicen que si el petróleo crudo cuesta 40 dólares por barril o más, debería tener ganancias. Esto tal vez sería cierto, si no estuvieran Hacienda y muchas ineficiencias de por medio. Pero Pemex es un monumento a la improductividad en todo. Tiene 10 trabajadores en sus refinerías por cada uno que labora en plantas afines de Estados Unidos.
El gobierno de López Obrador quiere autosuficiencia en gasolinas. Pero no quiere reconocer las ineficiencias en Pemex que causaron la dependencia de las gasolinas importadas. Tampoco entiende que los coches eléctricos y otras tecnologías irán desplazando a los combustibles fósiles.
El gobierno, insensible a la voz de las nuevas generaciones, impone las ideas y la ideología de un grupo minúsculo, no representativo, de políticos y técnicos en materia energética. ¿Cómo estaría la calidad del aire en la capital hoy, si no se hubiera clausurado la Refinería 18 de Marzo en 1991? La sociedad rechaza que haya más contaminación. Por eso, harían falta políticas muy diferentes para enfrentar los retos energéticos del país.
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PARA REFLEXIONAR. En los últimos 15 años, ha sido frecuente que se anuncien nuevos yacimientos “gigantes”. Van tres en este sexenio. Pero cada año sigue bajando la producción de crudo. ¿Será que algo no es cierto o no funciona?
Artículo publicado el 16 de marzo de 2021 en el Periódico Reforma, léalo en el diario en esta liga.
David Shields es analista de la industria energética. Su e-mail: davshields@energiaadebate.com