Partamos de que todo en este mundo se mueve y se crea con energía. Como personas necesitamos energía para movernos; requerimos energía para llevar nuestros pensamientos del plano etéreo a uno tangible, donde se puedan materializar. Así, en los grupos sociales, ayuntamientos y entidades federativas la energía es necesaria para comunicarnos, para transportarnos y para generar dinero a partir del trabajo y desarrollo de actividades productivas.
Se conoce como “modelo energético” a la manera en que una sociedad aprovecha los recursos energéticos que ofrece el ambiente para satisfacer sus necesidades de subsistencia, así como sus necesidades creadas a partir de estándares sociales.Para el caso de la República Mexicana, el modelo energético se encuentra dispuesto en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos como una actividad estratégica y exclusiva de la federación para el desarrollo económico nacional.
Aunque son muchas las variables y aristas con las que se puede analizar un modelo energético, en esta ocasión vamos a poner como interés principal mantener un balance entre la cantidad de energía generada y la cantidad de energía consumida. Es decir, procurar la inexistencia de un déficit energético y que el modelo se encuentre en balance para que las actividades productivas, de comunicación y de transporte se mantengan operando de manera óptima.
Una vez establecido el interés de la negociación tenemos que conocer y desarrollar las alternativas que existen para la participación de los gobiernos en este tema.
- No participar activamente: esto es, que los gobiernos locales no realicen acciones que incentiven la generación de energía o acciones hacia un consumo racional y eficiente. Representaría no erogar inversión económica o realizar acciones públicas. La consecuencia sería estar en una posición reactiva ante posibles incrementos a costos de la energía o al desarrollo de obras de infraestructura.
- Participar en el modelo: involucrarse activamente, de acuerdo con las facultades y atribuciones de los gobiernos locales, considerando la participación y beneficio de sus habitantes.
Como opciones para mantener el balance en el modelo energético se tinene las siguientes:
- Aumentar la generación de energía: Esta opción se centra en la diversificación de la matriz energética de una comunidad específica, procurando incorporar fuentes de energía más baratas y limpias. Esto permitiría aumentar la generación de energía y tener una mayor oferta para sus habitantes.
- Importar la energía:Se incluye aquellas estrategias comerciales que puede desarrollar una comunidad o país para adquirir, transportar y almacenar recursos energéticos generados en otro lugar.Con esto se busca aumentar la oferta de energía a un costo mayor que si la generara.
- Reducción de consumo con desarrollo tecnológico: Aquí se considera que una comunidad destina recursos económicos y científicos, además de elaborar política pública, para operar y mantener a los sectores productivos y de generación de energía con equipo y tecnología de bajo consumo energético. En esta opción los resultados se visualizan con gran beneficio en el largo plazo.
- Disminución del consumo de energía: Se busca que la sociedad demande una menor cantidad de energía para realizar sus actividades. Sin embargo, para alcanzar la reducción de consumo se necesita hablar en primer lugar del uso eficiente de la energía. Es decir, mantener el mismo número de actividades productivas con calidad consumiendo menos energía. Esta opción requiere de una menor inversión que todas las anteriores, pero necesita la participación y constancia de la mayoría de la población.
Adicionalmente, para seleccionar cualquiera de las opciones descritas es necesario considerar los aspectos:
- Ambiental: La generación y consumo de energía se encuentran en relación directa con la cantidad de emisiones de C02 de una sociedad. A una mayor cantidad de contaminación, mayor el riesgo de afectaciones a la salud y agricultura.
- Económico: La generación de energía debe entenderse como una política económica que promueva la participación de empresas y el crecimiento económico de una sociedad. También debe considerar el costo de inversión y el beneficio para sus habitantes en el corto, mediano y largo plazos.
- Seguridad: Si una sociedad tiene la capacidad de generar su propia energía, sus actividades de planeación y de sectores estratégicos, incluyendo la seguridad pública, pueden mantenerse operando de manera continua. Por el contrario, si una sociedad importa una gran cantidad de energía, las operaciones de seguridad y de sus sectores estratégicos se encuentran con el riesgo de perder continuidad y, por lo tanto, ser vulnerables.
Para concluir, debemos recapitular el planteamiento de la situación: existe el interés de un gobierno local (entidades federativas o ayuntamientos) por mantener en balance energético a su territorio y habitantes, dentro de un modelo energético ya establecido, que es México. Como opciones se considera aumentar la generación de energía, importarla o reducir su consumo con desarrollo tecnológico. Finalmente, existen posicionamientos ambientales, económicos y de seguridad que se deben tomar en consideración.
La opción que requiere la menor inversión respecto a las otras planteadas y además genera beneficios directos a sus habitantes en el corto y mediano plazos es la disminución del consumo de energía, esto a través de prácticas de eficiencia y ahorro en la energía. Esta representa la reducción de costos de facturación de energía eléctrica, combustibles y otros energéticos, además de contribuir al balance de los modelos energéticos. La eficiencia energética es la solución y los gobiernos locales debemos impulsarla para garantizar la demanda de energía para todas y todos.
*Raúl Rodrigo Chávez Jiménez es maestro en Planeación Estratégica y Dirección de la Tecnología por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) y egresado con distinción Ad Honorem de la licenciatura en Consultoría Jurídica por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Cuenta con acreditación de la Norma ISO 9001 y se ha desempeñado como auditor interno de procesos escolares de Instituciones de Educación Superior. Ha ocupado el cargo de Jefe de Titulación de la BUAP y ha colaborado como docente de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de esa misma universidad, además de diseñar los contenidos académicos de las materias de Introducción a la Consultoría; Consultoría I y II para la Licenciatura en Consultoría Jurídica. En el sector público su participación ha sido en áreas técnicas y de generación de información estratégica para la toma decisiones y seguimiento de acciones. Ha ocupado el cargo de Secretario Técnico de los titulares de Secretarías del Estado de Puebla. Además de contar con experiencia en el desarrollo de proyectos para la mejora y eficiencia de esquemas de organización y trabajo en Ayuntamientos del Estado de Puebla y del Estado Tlaxcala
Twitter: @EnergiaPuebla