La demanda petrolera tardará años en llegar a su máximo, y los combustibles fósiles se mantendrán por décadas, consideró Aldo Flores Quiroga, Senior advisor de FTI Consulting.
“Tomará muchos años cambiar un sistema energético que tardó décadas en desarrollarse”, dijo el especialista mexicano durante su participación en el 12 Energy Outlook Symposium, organizado por el Foro Internacional de Energía y el Secretariado de la Organización de Países Exportadores de Petróleo.
Los pronósticos de Flores Quiroga se alinean con la expectativa que tiene la Agencia Internacional de Energía, que prevé un récord para la demanda global de petróleo en 2022. Apenas el 14 de febrero, el organismo internacional señaló que el mundo comprará en promedio 100.6 millones de barriles diarios del hidrocarburo, lo que representa un máximo histórico.
Este resultado representa un crecimiento de 3.6 millones de barriles diarios en la demanda, lo que representa más del doble de la producción diaria del país.
Flores Quiroga aseguró que el panorama para este año se mantendrá complicado, debido a que el mercado global del crudo se mantendrá “apretado” tanto en upstream como en downstream.
Eso será consecuencia de que la producción de aceite en campos no convencionales no crecerá en los mismos niveles de la década pasada, pues actualmente los retornos financieros importan más a los inversionistas que aumentar la producción.
“Además, Estados Unidos parece tener una política climática más que una política energética”, añade el analista.
Esto cobra relevancia al considerar que Estados Unidos es el mayor productor de shale oil en el mundo, proveniente principalmente de la zona de Texas.
Además, consideró que los precios de los energéticos deberán aumentar no solo para reducir el consumo, sino porque el incremento en las ganancias son un requisito para alentar las inversiones.
Aldo Flores Quiroga aseguró que el mundo debe esperar una mayor inestabilidad en el mercado energético en el corto plazo, mientras que en el largo plazo, actividades como la Inteligencia Artificial, el Big Data y muchas tecnologías nuevas están cambiando los comportamientos de consumo de energía. Esto complicará realizar pronósticos de la demanda energética durante la transición.
RETOS PARA LA DESCARBONIZACIÓN
Para el especialista hay varios factores que representarán retos para realizar una transición energética ordenada.
Por ejemplo, dijo que las ventas de vehículos eléctricos no son lo suficientemente grandes para compensar el crecimiento de las ventas de los motores de combustión interna, y la eficiencia de los combustibles no ha mejorado mucho.
En este contexto, dice Flores Quiroga, tal vez no existe evidencia de que los gobiernos europeos tengan la voluntad política para reforzar las reglas para impulsar las flotillas de vehículos eléctricos o que cuenten con mayor eficiencia en el uso de combustibles.
La suma de señales políticas contradictorias alimentan el desorden en la transición energética.
Sin embargo, una ventaja para el cambio de modelo es que los consumidores demandan estándares más altos de calidad, lo que impulsa la adopción de los criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés), así como nuevas tendencias en la compensación corporativa, entre otros factores.